Sueldos: los gremios quieren 50% pero los gobernadores ponen tope en 20
La gran preocupación de cara a los próximos meses son las negociaciones salariales. Los madatarios provinciales esperan que la Casa Rosada defina las pautas a nivel nacional y establezca algún coto.
Para los gobernadores, la gran preocupación de cara a los próximos meses son las negociaciones salariales. Esperan que la Casa Rosada defina las pautas a nivel nacional y establezca algún tope. En algunos distritos, los estatales pidieron subas de hasta 50%.
La frágil situación económica en la mayoría de las provincias se ve amenazada por el inicio de las paritarias. Para las negociaciones que se avecinan, en los ministerios de Economía estiman que no tendrán posibilidad de pagar aumentos mayores al 20%, algo que está lejos de los pedidos de los trabajadores.
La provincia de Buenos Aires, que tuvo severísimos problemas para pagar el medio aguinaldo en julio de 2012, ya enfrentó un primer pedido que asustó. El lunes, el secretario general de la Asociación de Trabajadores Estatales (ATE), Oscar de Isasi, habló una "recuperación de bolsillo del 48 por ciento teniendo en cuenta los datos inflacionarios y los aumentos de los últimos cinco años.
En la Gobernación no tardaron en calificarlo como inviable. El ministro de Trabajo, Oscar Cuartango, le pidió a los dirigentes sindicales que tengan mucha mesura y no salgan a boca de jarro a generar falsas expectativas.
De todos modos, aunque no empezaron las reuniones, desde el entorno de Daniel Scioli reconocen que la situación será muy compleja y estiman que habrá conflictos. Por eso, acciones como la venta de tres helicópteros y un avión tienen como objetivo enviar el mensaje de que se aproximan etapas de austeridad.
En Mendoza, los estatales se adelantaron a las negociaciones y anunciaron que pedirán una suba de 50 por ciento. Ante esto, el gobierno de Francisco Pérez pospuso el inicio de las paritarias ante las complejidades del tema a tratar. La idea es esperar que Nación blanquee la intención de poner un techo de 20% o bien fije la pauta en negociaciones con los gremios nacionales.
La postergación provocó el primer cruce del año entre Pérez y los gremialistas del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (SUTE), que amenazaron con no comenzar las clases. Para "Paco" se trató de un "pequeño exceso verbal" y adelantó que deberán esperar para escuchar una propuesta concreta. Sin embargo, el clima es más que tenso luego de que el gobernador anunciara un tarifazo en el transporte y la luz.
En Santa Fe, los titulares de UPCN, Alberto Maguid, y de ATE, Jorge Hoffmann, anunciaron que el piso de las negociaciones será del 25%, algo que también sostienen los docentes de AMSAFE. Pero otros gremios, como los médicos y los municipales, hablaron de entre 30 y 35%.
"Plantear una cifra es fácil, pero después hay que pagarla", opinó el gobernador Antonio Bonfatti y recordó que su administración -que aún rasca la olla, según sus palabras- tuvo problemas para pagar los sueldos de diciembre. Según los cálculos que se desprenden del presupuesto, una suba del 25% implicaría un desembolso anual de unos 4.500 millones de pesos.
La situación no es diferente para el tucumano José Alperovich. Su ministro de Economía, Jorge Jiménez, se sinceró y dijo que espera que los incrementos "sean todos en un mismo porcentaje, de un 17%". Cifra considerada irrisoria por todos los gremios, que planean llevar a la mesa de negociaciones pedidos que varían desde el 30% hasta más del 40.
Idéntica situación se produce en Jujuy, el gobierno del kirchnerista Eduardo Fellner intenta imponer un techo de entre un 18 y un 20. Desde ATE, que responde a nivel nacional a Pablo Michelli, buscarán conseguir un piso salarial mínimo de cinco mil pesos.
A José Manuel de la Sota, la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba ya le avisó que pedirá un cinco por ciento más que la inflación proyectada para este año, que según sus estimaciones rondaría el 30%. Para el gobernador, la situación financiera es crítica (más aún teniendo en cuenta que no recibe ayudas de la Casa Rosada) y ya aplicó recortes en distintas áreas.
La situación se replica en el resto de las provincias, aunque en muchas de ellas aún no hubo llamados a paritarias y suelen realizarse en marzo o abril. La ventaja en ese caso es que las demás provincias y los gremios grandes marcarán las tendencias de la paritaria. Esto es lo que reclaman los gobernadores más asfixiados: que el Gobierno Nacional defina pautas claras y ponga en marcha la idea de un techo del 20% a las negociaciones.
Mientras tanto, fuentes gubernamentales dicen que Cristina Kirchner le pedirá al jefe de la CGT Alsina, Antonio Caló, que cierre aumentos en torno al 20% a cambio de una suba del mínimo no imponible y un reajuste de las asignaciones familiares. Pero está claro que esto no resolverá el problema ya que ni siquiera los gremios afines al oficialismo aceptarán ese número. Mucho menos las tres facciones de la CGT que se ubican en la vereda opuesta a la Casa Rosada.