El Congreso estadounidense sesionará este domingo para evitar el "abismo fiscal"
Las dos cámaras trabajarán este domingo en forma conjunta por primera vez en doce años. Tratarán de frenar una suba de impuestos y un recorte gastos que llevaría la economía a una recesión.
Si no hay una pronta resolución, el país podría entrar en recesión durante la primera mitad del año próximo, se recortarían automáticamente gastos de defensa y dos tercios de los contribuyentes norteamericanos comenzarían a pagar un promedio de 3.446 dólares más de impuestos a partir de marzo, indicó la Oficina de Presupuesto del Congreso.
El foco está puesto ahora en el Senado, donde el líder demócrata Harry Reid buscará el consenso de su par republicano Mitch McConell para sancionar una norma que, entre otras medidas, evite los aumentos de impuestos para hogares con ingresos menores a 400.000 dólares anuales y mantenga el seguro de desempleo para 2 millones de norteamericanos.
Los demócratas, con el presidente Barack Obama a la cabeza, aspiraban a que ese umbral bajara hasta los 250.000 dólares, pero los republicanos se mantuvieron firmes en su demanda de evitar una suba de impuestos para los hogares más ricos.
Esa postura llevó a que el líder republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner, perdiera la iniciativa a manos de los senadores después de que su propia bancada rechazara su moción de permitir aumento de impuestos sólo para los ingresos superiores a 1 millón de dólares al año.
Ahora es el Senado el que deberá decidir el destino de la economía estadounidense, trabado desde hace meses en el debate presupuestario en el Congreso que Obama calificó este viernes como "una herida a nuestra economía autoinflingida políticamente".
Mientras tanto, en Washington continúan las negociaciones para ultimar los detalles del acuerdo, después de la reunión realizada entre el mandatario y los líderes de ambas cámaras.
"Espero cualquier propuesta bienintencionada durante las próximas 24 horas por parte del Senador McConell para modificar este proyecto", indicó Reid después de la cumbre con Obama, en alusión al boceto que circula en los pasillos del Capitolio.
De acuerdo a una fuente que participa de las negociaciones citada por la agencia Bloomberg, el contenido del acuerdo incluiría una medida para evitar varios recortes automáticos de gastos, entre ellos el de las prestaciones médicas del plan Medicare, uno de los baluartes del proyecto de Barack Obama durante su campaña para la reelección.
Además, los legisladores buscarán extender la vigencia de un acta que fija los precios de la leche y otros productos como maíz, arroz y trigo. En caso de no renovarse, los precios de esos alimentos y sus derivados podrían llegar a duplicarse.
No obstante, cualquier proyecto que surja este domingo del Senado deberá ser tratado luego en la Cámara de Representantes, que podrá modificarlo o darle su aprobación final.
Reid ya anticipó que, de no llegarse a un acuerdo, su bancada presentará un proyecto propio que cuenta con el apoyo del presidente Obama y contempla la extensión de beneficios para ingresos de hasta 250.000 dólares al año.
En su edición de este sábado, el diario New York Times consideró que "a pesar del nuevo optimismo, está claro que cualquier acuerdo durante los próximos tres días sólo aliviará los peores aspectos del precipicio fiscal", e indicó que las "grandes decisiones" quedarán para febrero, cuando el Congreso deba decidir sobre el aumento del techo de la deuda.
Al respecto, el Departamento del Tesoro había advertido el miércoles pasado que este lunes el gobierno alcanzará su tope de deuda de 16,3 billones de dólares, por lo que entrarían en vigor "medidas extraordinarias" para evitar la suspensión de pagos si el Congreso no llega a un acuerdo.
Esas medidas ofrecen cerca de 200.000 millones de dólares de margen contable que permitiría espacio de maniobra durante dos meses, período después del cual los legisladores deberían fijar un nuevo techo de endeudamiento.