Nada se pierde, todo puede estar "mal archivado". Ese parece haber sido el destino de tres expedientes clave sobre el caso de la ex imprenta Ciccone según la mirada del senador kirchnerista Aníbal Fernández, quien minimizó hoy la sospechosa pérdida de documentos sensibles en el Inspección General de Justicia (IGJ)y que involucrarían al vicepresidente Amado Boudou.
"Pueden no estar porque están en otra jurisdicción o se archivaron mal", consideró el legislador nacional en una entrevista radial. Fernández fue la punta de lanza en el Senado cuando el Estado expropió la imprenta -rebautizada Compañía de Valores Sudamericanos (CVS)-.
Fernández minimizó la revelación de LA NACION, el lunes pasado, de que faltan los expedientes de la ex Ciccone; de London Supply, que aportó $ 1,8 millones para el levantamiento de la quiebra de la imprenta, y de The Old Fund, el fondo que se usó para comprar la empresa dedicada a la impresión de billetes.
El Departamento de Asuntos Judiciales del organismo ordenó la reconstrucción de los expedientes, y los sumarios para definir las responsabilidades siguen abiertos en el organismo que comanda el integrante de La Cámpora Norberto Berner, desde mayo sucesor en el cargo de Marcelo Mamberti, un hombre ligado al ex jefe de gabinete. Tras el recambio en la cúpula del organismo, se paralizó la investigación.