De sobrevivir en un tiroteo a correr su segundo Dakar
Gustavo Bassi sufrió en febrero un asalto donde recibió tres disparos y luego de sobreponerse volverá a participar de la competencia, en el nombre de su padre fallecido en julio y de su Pergamino natal.
A veces la ficción coquetea con la realidad y en el caso de Gustavo Bassi podría haber sido una coincidencia fatal. Porque el doble de riesgo en varias películas, que el año pasado tuvo su primera experiencia en el Rally Dakar, recibió tres balazos en un violento asalto en Pergamino pero se sobrepuso y ahora irá por la revancha este año en nombre de su padre fallecido en julio y en representación de todo su pueblo.
"Fue una experiencia que no se la deseo a nadie. Vivo alejado de la ciudad y aquel día pasaron dos pibes en una motito, uno de ellos me tiró tres tiros pero luego llegué a forcejear con uno de ellos. En ambulancia me llevaron hasta el hospital y una de las balas, de calibre 22, perforó la cadera y se alojó en el psoas-ilíaco", recuerda Bassi de aquella fatídica noche de febrero en Pergamino.
"Desde que recuperé la señal de mi celular los mensajes que recibí en mi teléfono me emocionaron hasta las lágrimas. En el Museo de Pergamino me pidieron algún resto de la moto para exhibir pero cuando le pedí a los organizadores me respondieron que se había derretido en 5 minutos y no había quedado absolutamente nada luego del incendio", afirma Bassi en diálogo con canchallena.com antes de partir hacia Lima.
La muerte por una pulmonía de su padre en julio y la emotiva despedida del pueblo de Pergamino en la fiesta organizada en el club Douglas Haig con la presencia del Chaqueño Palavecino fueron dos hitos más que dejaron a Gustavo muy movilizado previo a su segunda participación en el Dakar.
"La vida nos va poniendo obstáculos en el camino y el gran desafío es poder asimilarlos como experiencias. El gran objetivo será poder transformar toda esa carga emocional de este año en energía y templeza para empezar este desafío en Lima", señala Gutavo Bassi, que recién se encontrará con su moto de competencia el 1° de enero en Lima.
"Ahora voy por esa medalla que quedó trunca el año pasado. Voy a aprovechar la experiencia del año pasado para ir de menos a más e intentar ir sorteando escalones, pero de a uno. El primer objetivo será llegar a Chile", señala el pergaminense que luego de un 2012 con la emoción y la vida a flor de piel buscará completar una de sus máxima ambiciones... y esta vez en el nombre del padre.