Lleno de argentos, sí. Decisivos, sí. Se juntan en los asados, sí. El Catania es una gran familia pero, a la hora de los goles, la repartija nunca parece justo. O la emboca uno, o la embocan dos, o se mete algún tano, para no desentonar. Pero lo que sucedió ante la Sampdoria de Sergio Romero no tiene parangón desde su vuelta a la Serie A, allá por 2006: jamás tres argentinos habían mojado durante un mismo partido. Hasta que un 16 diciembre de 2012, al fin sucedió.
Los genoveses ganaban 1-0 gracias a un penal ejecutado por Maresca. Sin embargo, en el complemento, el cuentito cambió: primero lo empató el recuperado Paglialunga, después pasó al frente gracias a Bergessio (sexto gol en el torneo, octavo en la temporada), y Lucas Castro, con pisadita y todo, puso el 3-1 definitivo para hacer historia en un torneo que tendrá a la Juventus puntera, al menos, hasta la Navidad, después del categórico 3-0 ante Atalanta en Turín.
Diario Olé
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