Roberto Iglesias: "Es una actitud de soberbia en el partido, decirle no a la reforma"
Con una postura claramente dispuesta al diálogo y el debate, el ex gobernador les recordó a los radicales que "es un posición histórica" de la UCR tratar de actualizar la Constitución.
Con una postura claramente dispuesta al diálogo y el debate, el ex gobernador Roberto Iglesias les recordó a los radicales que "es un posición histórica" de la UCR tratar de reformar la Constitución. Calificó como "soberbia" la posición de las actuales autoridades y dijo que "con inteligencia" los peronistas se aprovecharon de "nuestras divisiones". Comentó que seguirá dialogando con Alfredo Cornejo y Ernesto Sanz para intentar que se debata las reformas constitucional y electoral.
-¿Cuál es su análisis acerca del no de algunos radicales la reforma constitucional?
- Primero, es cierto que la reforma no es un tema que esté en el pensamiento de la gente. Pero le tengo que decir que es absolutamente necesaria. Mendoza necesita una reforma constitucional, lo venimos diciendo desde hace mucho tiempo, es una posición histórica del radicalismo la necesidad de reformar una Constitución que tiene más de 100 años; y hoy se brinda una nueva oportunidad y hay que intentarlo.
Los tres gobernadores del radicalismo planteamos la necesidad de una reforma, tanto Llaver, como Cobos y como yo, lo hicimos. Así que es una posición histórica. Para cambiar de eso, hay que tener verdaderamente motivos muy importantes.
El otro tema de real importancia es que la política es diálogo, por lo tanto, que nosotros, precisamente, quienes nos sentimos abanderados de la política y de la democracia, nos negamos al diálogo en un tema en que la UCR tiene una posición histórica, igualmente me parece que no puede ser.
Entonces, lo que hay que mantener es las cosas que hemos pensado desde siempre; por eso tenemos serias diferencias dentro de nuestro partido.
Ahora pasó que la mala posición del radicalismo, negándose a dialogar por el tema de la reforma, donde podemos acordar los puntos, ver qué se saca, si la reelección y vice no nos gusta, bueno, lo debatimos y lo ponemos o lo sacaremos. Pero eso forma parte del debate.
Así, el radicalismo podía aportarle en este en este diálogo, intercambio o búsqueda del consenso, reformas electorales que son absolutamente necesarias para hacer que los comicios se vayan adecuando a lo que es el hoy, a lo que debe ser. La gente, cuando vaya a votar, es necesario que lo haga libre de todo tipo de presión o cualquier tipo de cuestión que pueda oscurecer una elección, esto es: primarias abiertas para los partidos políticos terminando con el manejo de las estructuras partidarias y de los punteros en la elección de los candidatos, esto es algo que la gente viene reclamando.
La boleta única, es para separar las cosas y que la gente pueda elegir perfectamente bien entre un partido y otro a quien realmente se le dé la gana, clarificando el sistema electoral. Bueno, hoy nos quedamos sin nada. Mendoza sigue en el pasado, sigue con la Constitución de hace 100 años y un sistema electoral que más de un dolor de cabeza nos ha dado a los mendocinos.
Estas son las diferencias que creo que como siempre o por lo menos en nuestro caso tienen que ver con cuestiones de fondo. No es pelear por cosas chicas o por la candidatura de uno o de otro. Sino por sostener un criterio que nos permita mejorar y darnos una mejor calidad de vida.
-Ahora, el justicialismo les contestó negándoles la reforma política.
-Por cambiar una posición histórica de nuestro partido, que es la que deberíamos haber mantenido siempre para estar abiertos al diálogo y demás, terminamos en una confrontación y en una división de posiciones que el justicialismo aprovechó.
En ese sentido, los peronistas han actuado con inteligencia, una inteligencia que a mí no me gusta, pero la realidad es esta. Partieron sobre nuestras diferencias y aprovecharon el momento. Lo que tampoco es bueno, porque la verdad es que por unos y por otros, por oficialismo y oposición, los mendocinos todos nos privamos de tener una Constitución moderna, un sistema electoral moderno. Nos privamos, en definitiva de tratar de ir mejorando.
-¿Va a tratar de convencerlos o seguir conversando con Cornejo y con Sanz sobre la necesidad de debatir la reforma constitucional?
-Yo sigo conversando, porque la política es diálogo. La actitud soberbia de nuestro partido de decir que el Congreso dijo que no y no hay más reforma, es una actitud que no va con los postulados democráticos ni con lo que piensa la Unión Cívica Radical.
La política es precisamente diálogo, es buscar siempre mecanismos que permitan encontrar consenso. ¿Cómo se logran los consensos cuando tenemos diferencia? Como en cualquier otra relación de la vida social: uno cede un poco, el otro cede un poco; si todos tenemos buena voluntad, terminamos encontrando el punto medio que es el que puede mejorar las cosas.
Porque ni el peronismo tiene toda la verdad, ni nosotros tampoco tenemos la verdad absoluta. Cada uno representa distintos sectores sociales, y así se aportan distintas cosas para llegar a lo que se llama consenso. La dirigencia política tiene la obligación de buscar en el diálogo los consensos necesarios para poder avanzar. Porque si no, nos pasa lo de ahora, nos quedamos en el pasado, no avanzamos, retrocedemos con la misma Constitución y el mismo sistema electoral.