Palermo, Schiavi y una tarde de emociones en La Bombonera
El encuentro ante Godoy Cruz sirvió como excusa para despedir al defensor y ovacionar al eterno goleador, que volvió a La Boca por primera vez desde su retiro.
Boca no se jugaba nada, absolutamente nada en esta última fecha del Torneo Inicial. Sin embargo, fue una tarde de emociones en La Bombonera, ya que dos jugadores históricos de las épocas doradas del club tuvieron su protagonismo, aunque por motivos distintos.
Todo ocurrió en menos de 5 minutos. Primero, tras la salida de Godoy Cruz, apareció él. De camisa negra y con lágrimas en sus ojos, Martín Palermo volvió a pisar el césped de La Bocay se llevó una ovación ensordecera. Era la primera vez que volvía al club tras su retiro el año pasado.
Pero inmediatamente, el equipo de Julio César Falcioni salió a la cancha y los jugadores armaron una fila para recibir al otro protagonista de la tarde como se lo merecía. Rolando Schiavi salió último corriendo, con la seguridad de siempre, y llegó la segunda ovación. El pueblo boquense le rindió homenaje al eterno defensor, que iba a jugar su último partido con la azul y oro.
Y, como no podía ser de otra forma, luego de sus sendas ovaciones, los ídolos se fundieron en un abrazo en la mitad de la cancha, que también incluyó a Roberto Abbondanzieri, ayudante de campo del Loco en el Tomba.
Y así fue que los dos ídolos boquenses le pusieron color a una tarde en la que poco se jugó, y mucho se sintió. Seguramente se vuelvan a ver las caras sentados en el mismo banco, cuando el Flaco finalmente se una al cuerpo técnico de su amigo Palermo.
Previo al partido, también fueron distinguidos con una plaqueta conmemorativa los campeones de 1962, entre los que se encontraban Ubaldo Antonio Ratín, Silvio Marzolini, Carmelo Simeone, Antonio Roma, Osvaldo Nardielo y Alberto González.