El Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, de la presidenta Dilma Rousseff y su antecesor, Luiz Lula da Silva, lanzó hoy una resolución de apoyo a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, por la Ley de Medios Audiovisuales.
El Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, de la presidenta Dilma Rousseff y su antecesor, Luiz Lula da Silva, lanzó hoy una resolución de apoyo a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, por la Ley de Medios Audiovisuales.
El directorio nacional del PT divulgó hoy un comunicado en el que afirma que el ejemplo argentino debe ser adoptado en Brasil sobre la reglamentación de una ley de medios "que impida la existencia de monopolios, especialmente la concentración de radios y TV en manos de pocas empresas".
La resolución coincidió con la visita de Cristina a Brasilia para la cumbre del Mercosur y con la nueva disputa judicial de Grupo Clarín, que obtuvo una postergación para aplicar la ley por parte de un tribunal de segunda instancia, fallo apelado por el Gobierno a la máxima corte.
"El PT siguió con atención la decisión del gobierno y el Congreso de Argentina de aprobar la llamada Ley de Medios", dice el partido gobernante en Brasil, que acusa a los multimedios de su país de intentar "criminalizar" a la fuerza creada por Lula en 1980.
"Al contrario de lo que afirman sectores de los medios brasileños, la nueva legislación argentina contribuye a ampliar la libertad de expresión y profundizar las transformaciones democráticas implementadas por los gobiernos de Néstor y de Cristina Kirchner", dice la resolución del PT.
El proyecto de reglamentación de la ley de medios en Brasil está detenido en el Congreso desde fines de 2010. El gobierno de Rousseff no avanzó el proyecto en el Congreso.
Dilma le respondió a The Economist
Por otro lado la presidenta Rousseff reaccionó con dureza a la petición que le hizo el semanario The Economist, en un artículo titulado Quiebra de confianza, en el que sostiene que la mandataria debería destituir a su ministro de Economía, Guido Mantega y le aconseja que nombre un nuevo equipo económico capaz de conquistar la confianza del mercado.
El semanario británico llegó a calificar de moribunda a la economía brasileña, ante la noticia de que el PBI brasileño apenas crecerá un 1% en 2012, acusa al Gobierno de exceso de intervencionismo en el mercado y critica el hecho de que Rousseff más aún que Lula crea que es el Estado el que debe dirigir las inversiones privadas.
Ante esas críticas de The Economist, que tuvieron mucho eco en la prensa del país, la mandataria brasileña respondió con tono visiblemente irritado. En ninguna de las hipótesis este Gobierno, elegido por el voto directo y secreto del pueblo, va a dejarse influir por la opinión de una revista que no sea brasileña, afirmó.
¡Por el amor de Dios!, continuó Rousseff, ¿ustedes no saben que la situación de ellos [europeos y estadounidenses] es peor que la nuestra desde 2008? Aquí no quebró ningún banco como Lehman Brothers. Nosotros no tenemos crisis de deuda soberana, nuestra relación entre deuda y PBI es del 35% y nuestra inflación está bajo control. Tenemos 378 .000 millones de dólares de reserva.
Sin embargo, antes de hacer estas críticas a The Economist, Rousseff había afirmado en la reunión de los países del Mercosur en Brasilia: Existen razones de sobra para estar preocupados con la situación económica mundial, con un cuadro de menor crecimiento y de recesión. Debemos precavernos contra esas condiciones.