Los continuos arrestos de Lindsay Lohan, sus peleas, sus problemas con el alcohol y las drogas y sus pocas intenciones de volver a internarse en un centro de rehabilitación, hacen que los productores confíen cada vez menos en ella para contratarla para sus películas.
Si bien recientemente estuvo al frente de Liz and Dick, las críticas son muy malas y es probable que no recauden mucho dinero. Por eso, Lindsay buscó una manera de poder ganar algo de dinero.
La actriz mandó a su hermana Ali, de 18 años, a vender las costosas prendas que tenía guardadas en su placard y que no volverá a usar nunca más en su vida porque ya fue fotografiada por la prensa mientras las usaba, según publica TeleShow.
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Según informó Radar Online, Ali estuvo en la tienda Wasteland ofreciendo ropa, accesorios y zapatos de su hermana, gritando: "¿30 dólares por esto? Cuestan 700, ¡es ridículo!", mientras mostraba un bolso de Balenciaga y unos zapatos de Chanel.
Más tarde, se le ocurrió decir que las prendas aumentaban su valor porque Lindsay las había lucido en la alfombra roja: "Tienen que costar más, Lindsay fue fotografiada con ellos, eso lo hace más valioso".
Pero el dueño de la tienda no quiso cambiar los precios y Ali se fue con muy poco dinero, por lo que es probable que vuelva a vender más pertenencias para juntar dinero para su hermana.