Rafael Nadal, en pleno proceso de recuperación de su lesión de rodilla izquierda, reconoció que no confía en estar en plenas condiciones físicas para el Abierto de Australia, que se disputará el próximo enero, y que trabaja con el objetivo de estar en Abu Dhabi, en febrero.
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Nadal sufre en la rodilla izquierda la enfermedad crónica conocida como síndrome de Hoffa, una inflamación de la zona de tejido graso que se extiende por debajo del tendón rotuliano. En cuanto a la reciente visita de los "vampiros" a su domicilio para un control antidoping, el tenista español afirmó que es el primero que los exige "sin ninguna duda".
"Yo quiero estar cien por ciento seguro de que el que está frente a mí está igual de limpio que yo", dijo. "Antes de hacer el test tienes que levantarte la camiseta, bajarte los pantalones y dar una vuelta de 360 grados. A mí, gracia no me hace", aseguró molesto el tenista.
En cuanto a la Copa Davis dijo estar "disponible", siempre que no sean eliminatorias "muy perjudiciales para la rodilla".