Laura Johnson, de 19 años, vive junto a sus padres, los financistas Robert y Lindsay, en una mansión de Orpington, en el condado de Kent, que está valuada en un millón de libras (o sea, 1.6 millones de dólares). Aunque en el futuro heredará una fortuna y la empresa familiar , la chica no resistió la tentación y confundió los saqueos en Charlton, al sudeste de Londres, con un paseo gratis por el shopping.
Johnson fue arrestada junto a casi 200 sospechosos el lunes pasado después de que la policía de Charlton encontrara en el baúl de su auto cajas de cigarrillos, bebidas alcohólicas de gran valor y aparatos electrónicos, como televisiones, celulares y un reproductor de Blu-Ray. Al parecer, la joven llevaba cerca de 5.500 libras en mercadería, lo que sería unos 8.800 dólares, según el sitio inglés The Sun.
Si la huída de Johnson no hubiera sido interceptada, la muchacha podría haber escondido los bienes robados en su mansión de tres pisos, o en la cancha de tenis que tiene en su jardín, siempre al resguardo de las importantes rejas que mantienen la estancia segura.
Pero por el momento es Johnson quien estará tras las rejas del juzgado de Bextley, aunque sin sus dos acompañantes, un muchacho de 18 años llamado Alexander Elliott Joahill y una chica de 17. La policía identificó a la heredera porque no tenía la cara tapada como ellos.
Johnson se presentará a la Justicia esta semana, al igual que los harán las otras 370 personas imputadas por la Scotland Yard en los destrozos y saqueos dentro y en las afueras de Londres. Se calcula que 888 personas fueron detenidas durante los disturbios.