Sub-campeón en Quads: el tupungatino Francisco Moreno se metió en la historia grande del Dakar

Por Sección Andino Sports

En el tanque de combustible del cuatriciclo aparece escrito en marcador la palabra "disfrute". El amarillo flúo se destaca en medio de la oscuridad del vehículo que llega sucio de tierra y de arena al campamento. Francisco Moreno acaricia el plástico donde está escrita esa palabra y se queda en silencio, casi como si transmitiera el objetivo claro que tiene esa llamada de atención a primera vista del conductor.

"Todos los días trato de disfrutar al máximo el Dakar. Trato de disfrutar lo más que se puede. Estoy lejos de casa, en el desierto, es muy difícil", confesaba cada vez que llegaba a uno de los campamentos que sostuvieron al Dakar 2022. De perfil bajo, en silencio, el joven representante de Tupungato, provincia de Mendoza, hacía su trabajo día a día.

El objetivo era claro: dar la vuelta completa en el Dakar por Arabia Saudita y colgarse la medalla en la ceremonia de podio en Jeddah. No es menor, claro está, completar un Dakar, pero no había mayor ambición que ello. Y ahí está Moreno, celebrando el segundo puesto en la clasificación general de cuatriciclos.

Se le caían las lágrimas por debajo de las antiparras y marcaban el surco en el rostro maquillado por la tierra de una etapa disputada en el medio del desierto llano. "Me costó mucho llegar hasta acá. Salí segundo en la general, gané la última etapa, después de tanta ayuda de mi familia, mis amigos, mi gente, mi lugar en Tupungato... No lo puedo creer", confesó Moreno a su llegada a Qiya, donde finalizó la prueba especial.

"Hace un año no pensaba en el Dakar. Se me ocurrió en febrero recién y a partir de allí comencé a prepararme y a buscar la forma de poder estar acá. Y lo conseguí. Por eso digo que no puedo creer este resultado", se asombraba Francisco, productor agropecuario junto con su padre en Mendoza.

Junto al roadbook, el gabinete donde se coloca la hoja de ruta para orientarse en plena carrera, hay unas anotaciones pegadas al costado. Poco tiene que ver con el camino a seguir en cada jornada. "Hay cosas que son muy sentimentales y que son muy valiosas para mí y para mi profesor que me ayudó mucho en todo esto. No es sólo técnica, mecánica y físico", destaco.

"Es una locura. Es mi primer Dakar. Y no sé cuándo volveré a correrlo. A los argentinos se nos hace muy cuesta arriba venir a correr tan lejos, por la economía, las distancias. Por eso quiero festejar con mi gente", argumentó el mendocino.

Sobre sus ganas de participar en el Dakar, Moreno explicó: "En febrero se me ocurre venir a correr el Dakar, después de una mala experiencia en el South America Racing (en la Argentina). Y allí comencé a entrenarme", agregó el cuyano.

Claro que no lo podía creer. Tras arribar a la meta, de uno de los tantos bolsillos sacó el celular, y de inmediato abrió Instagram para comunicarse con su gente, que lo seguía a la distancia en Tupungato.

Las llamadas telefónicas son complejas aquí, y en Arabia Saudita, además, la comunicación por llamada o videollamada a través de Whatsapp está restringida. Por lo que la única forma de salir al exterior es por la comunicación de Instagram.

Moreno estaba muy lejos en el clasificador del líder, Alexander Giraud, el francés que le dio pelea al comienzo del Dakar al bonaerense Manu Andújar (ganador de 20219) y luego al cordobés Pablo Copetti, hasta que rompió el motor tres días atrás.

Dos horas y media que marcaban una diferencia definitoria, aunque en el Dakar esa palabra está prohibida, ya que todo puede suceder. Y allí salió el mendocino, a sabiendas de que no hay imposibles. En la última etapa, Moreno se impuso, otra medalla que se valora en demasía dentro del ambiente Dakar.

Moreno se consagró en cuatriciclos. Todo a pulmón para el joven de Tupungato, que llegó con el objetivo de llegar a la meta y ahora celebra un podio histórico con el segundo lugar logrado en Arabia Saudita.

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