Columna del domingo

La pasión por los tiros en el pie

Escribe: Marcelo López Álvarez - @marcelopez2202

Si algo puso en práctica Nestor Kirchner (a quien para simplificar podríamos marcar como creador del espacio que hoy gobierna) fue que la política era la que fijaba las líneas de la economía.

El modelo continuó (aunque con menos ímpetu) en el gobierno de Cristina Kirchner y se perdió totalmente en el de Mauricio Macri y en este dónde además los serios errores u horrores de comunicación y de cierta gestión política ponen en riesgo toda construcción.

Lo ocurrido en el cierre de la última semana de noviembre no hace más que ratificar este concepto. El jueves el Central levantó restricciones para el acceso a dólares para la importación (medida que venían reclamando desde hace tiempo diversos sectores productivos) la decisión apenas fue comunicada y difundida y podría haber generado una corriente de cierto beneplácito en sectores empresariales. Con los cuales, además, se había logrado (en un hecho casi inédito) que coincidieran con el gobierno en el pedido a la oposición que colabore y acompañe las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional en vez de entorpecer con declaraciones del tipo de sabiondo de café como "nosotros lo arreglábamos en cinco minutos".

Sin embargo, ese mismo día por la noche el propio BCRA emitió una resolución intempestiva de pésimo sentido político y dudosa efectividad económica que prohíbe la venta en cuotas sin interés de pasajes y paquetes turísticos al exterior. Se puede discutir si se concuerda o no con la medida. Desde ya que era un hecho poco creíble pero real que se subsidiara de tal manera el turismo en el extranjero. Pero la increíble torpeza política de las autoridades del Central y de Economía sumada a la desastrosa comunicación oficial transformaron una resolución que podría haber sido presentado como lógica y defendida como correcta en un verdadero tiro en los pies.

A tal punto que se habla de que el Gobierno impide los viajes al exterior, una mentira absoluta, pero de la cual es 100% responsable el propio Ejecutivo por su incomunicación. La medida fue un manotazo ante la posibilidad de que en el famoso Black Friday estallará la venta de paquetes al exterior por parte de las grandes centrales de turismo en cuotas fijas y sin interés. Lo increíble es que se llega a eso por la inacción política y la lejanía de los funcionarios de lo que pasa en la diaria de los ciudadanos.

Toda persona con cierta capacidad económica o no tanto sabe que en cuando llegan las baratas modernas de las ventas online aparecen las ofertas sin intereses, cuotas fijas y rebajas. Solo bastaba con hacer política y un par de semanas antes llamar los ceos de esas empresas y pedirles con la sonrisa en la cara y los inspectores de AFIP en la antesala que vendieran todo lo que quieran con alguna rebaja, pero en cuotas con interés de mercado para que el Estado no termine subsidiando el turismo al exterior.

En épocas prepandemia la cantidad de argentinos que viajaban al exterior rondaba en los 2 millones y medio de personas, un 5% de la población. Es un número muy chico para generar un problema de magnitud incalculable en lo político como ha logrado hacerlo el Ejecutivo. Algo que involucra a pocos termina siendo una vez más un problema que pareciera de muchos.

En medio de este berenjenal salió, una vez más, al rescate político del Gobierno la vicepresidenta de la Nación que el sábado a la tarde mientras se jugaba la final de la Libertadores se llevó las marcas con una nueva y extensa carta sobre la negociación con el Fondo Monetario Internacional apoyando firmemente al presidente tanto que cierra la misiva haciendo suyas las palabras de Alberto Fernández en la celebración del 9 de julio.

La vicepresidenta en su nueva carta, en la misma línea del almuerzo de los empresarios con el Gobierno, cruza a la oposición y les recuerda que la responsabilidad de la negociación es del Ejecutivo y que una vez cerrada está será el momento del Parlamento de aprobar el acuerdo o no y les recuerda que ganaron las elecciones legislativas por lo que deberán asumir la responsabilidad de tratar y votar el Senadores y Diputados el entendimiento al que se llegue con el organismo internacional. Por lo tanto, plantea que poco importa lo que opine ella o no en esta etapa de la negociación.

Como expresó el ministro Guzmán uno de los grandes escollos en la reactivación de la economía argentina es la deuda y su renegociación. El vencimiento de 1900 millones de dólares en el mes de diciembre y los pagos que hay realizar entre enero y abril de 2022 por 4700 millones de dólares no solo presionan en los tiempos sino que además ponen en riesgo serio las reservas y el flujo de dólares necesarios para que la actividad económica continue el sendero de crecimiento que viene mostrando en estos meses con la mayoría de las actividades recuperando los niveles de actividad de prepandemia e, incluso, en muchos rubros mejores que en 2018 y 2019. Por ejemplo, la maquinaria agrícola esta en su nivel más alto de producción y ventas desde 1985 hasta la fecha.

Sin embargo, siguen las materias pendientes en precios y salarios. En precios no hace falta escribir lo que cada uno de nuestros lectores y lectoras ven día a día en las góndolas y mostradores. En los salarios se conoció un dato sobre el cual el Ejecutivo tendrá que poner rápidamente la lupa. Es cierto que se está notando una fuerte recuperación del empleo registrado y baja en los índices de desocupación, sin embargo 3 de cada 10 trabajadores registrados gana salarios por debajo de la línea de pobreza que marca la canasta básica alimentaria. Un dato muy, pero muy, preocupante donde no solo tiene responsabilidad el Estado sino también el sector empresarial.

Entramos en una etapa donde el Ejecutivo deberá mostrar un fuerte liderazgo político para conducir la gran cantidad de factores que pueden ensombrecer el futuro, pero para mostrar ese liderazgo el primer paso es, sin dudas, dejar de tirarse tiros a sus propios pies.

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