Columna del domingo

Antonia, una sinfonía. ¿Admiten las empresas una directora de orquesta?

Escribe: Eduardo Press.

La directora. Si el nombre Antonia Louisa Brico no te suena, es una de las razones por las cuales tendrías que quedarte a leer esta nota.

Ella fue una directora de orquesta y pianista holandesa que revolucionó la música. Fue la primera mujer en dirigir la Berliner Philarmoniker y la New York Philharmonic Orchestra en las primeras décadas del siglo XX. Durante su carrera luchó incansablemente para hacerse lugar entre los grandes de la música clásica. Su destreza como directora se veía opacada por su sexo: ella era mujer y esta, en su momento, fue razón suficiente para no creerla digna de reconocimiento. Hasta su fallecimiento (1989) brilló e iluminó con sus ejecuciones aunque la sociedad fuertemente patriarcal se encargó de opacarla.

En 2017 la revista "Gramaphone" publicó un ranking con los mejores directores de todos los tiempos, y una vez más, ninguna mujer se encontraba en él. ¿Acaso no existen mujeres directoras de orquesta o será que son invisibles para ciertos sectores?.

Desde hace algunos años se vive una revolución social donde se cuestionan conceptos arcaicos sobre la mujer, la feminidad y los roles que puede ocupar. Específicamente en las empresas se observa un aumento en el cupo femenino y cada vez acceden a cargos más jerárquicos, cosa que en las décadas pasadas era difícil de imaginar. Si bien este avance sucede en algunos espacios, la realidad nos muestra que las experiencias vividas algunas veces no son muy diferentes a las de Antonia.

Las empresas 

Las cifras siguen demostrando que la representación de las mujeres en los niveles más altos es desproporcionalmente baja con respecto a la de los hombres. Sabemos que mejorar este aspecto llevara tiempo, pero es el camino

Esto también se refleja a nivel de salarios. Es muy reciente el "descubrimiento" para el gran público la notable diferencia en el cachet entre primerísimos actores y primerísimas actrices en la industria millonaria del cine. Lo mismo sucede a nivel deportivo de alta competencia. Diferencias parecidas (aunque en otras magnitudes) encontramos en los sueldos en los niveles directivos de las empresas.

La consultora KPMG en 2020 realizó una encuesta a más de 600 mujeres CEOS sobre temas de la actualidad, a continuación les dejamos algunos datos que nos impulsaron a escribir esta nota:

- El 43% considera que en sus organizaciones hay transparencia con respecto a la igualdad salarial.

- El 63% sostiene que encontró estereotipos y prejuicios en su trabajo diario.

- El 88% afirma que todavía queda mucho por hacer para fomentar la diversidad de género en los directorios y niveles de gestión.

Si bien estos números generan desesperanza podemos tomar otro dato que nos trae la nota: se observa un creciente compromiso de los varones en la búsqueda del reconocimiento hacia los méritos y capacidades de las mujeres para puestos directivos. Si el hombre se convierte en socio y aliado en las cuestiones de género el cambio que se necesita puede pasar de ser una imposición a una convicción.

Las empresas familiares 

El objetivo de los movimientos sociales es encontrar la justicia y el equilibrio en el reparto de beneficios y responsabilidades de los hombres y las mujeres.

¿Por qué?

Porque parten de la experiencia del lugar menor que tradicionalmente se le atribuyó a la mujer en cualquier ámbito: la ciencia, el deporte, las artes, y por supuesto en las organizaciones.

En el ámbito de las empresas familiares también se exploró el lugar de las mujeres sean esposas o hijas, su participación en puestos directivos todavía es escasa pero creciente.

En nuestra experiencia las mujeres siempre están presentes con más o menos reconocimiento, participen o no en la gestión, sean o no accionistas. Al formar parte de la familia empresaria no quedan ajenas de lo que sucede en la empresa.

Capacidad y género 

La experiencia nos enseñó que la capacidad y aptitudes no dependen de una cuestión de género, las diferencias están asentadas en un tema cultural sobre el lugar de las mujeres y los varones en la sociedad. Recordemos que hace poco más de 100 años atrás las mujeres iniciaron su lucha para que se les reconociera el derecho a votar (las sufragistas).

Ser o no capaces de ocupar lugares de dirección atraviesa longitudinalmente la cuestión de género, vemos que la diversidad produce mejores resultados tanto para los clientes como para la empresa. En la actualidad se le da un lugar en la agenda empresarial a la igualdad de género y esto forma parte de la cultura que se vive dentro de las organizaciones. Esto permitió abrir nuevos horizontes y plantear estrategias superadoras, las empresas son mejores empresas.

¿La desigualdad sigue existiendo? Claro. Sin embargo, consideramos que achicar las brechas de género en el mercado laboral es un desafío y compromiso que deben asumir las organizaciones para seguir creando el futuro que queremos que vivan las generaciones que vienen.

Amigo/a lector/a: ¿Se pregunta por el lugar que se le da en su empresa a las ideas, iniciativas y oportunidades de mejora que provienen de una colaboradora? 

*En colaboración con la Lic. Sofía Florin, especialistas en Psicología Organizacional.

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