El docente y sindicalista Pedro Castillo asume hoy la Presidencia de Perú

El líder de izquierda, docente rural y sindicalista Pedro Castillo asumirá hoy como presidente en Perú en presencia de líderes de la región y el mundo, en coincidencia con el bicentenario de la Independencia del país y en medio de un clima de incertidumbre sobre cómo será su Gobierno y si cumplirá todas las ambiciosas promesas que hizo en la campaña.

Castillo, del partido de izquierda Perú Libre (PL), jurará ante la nueva presidenta del Congreso, la dirigente de centroderecha Maricarmen Alva, en lo que podría ser el primer cara a cara en un quinquenio de choques con un Legislativo en el que el oficialismo es minoría.

Según dispone el protocolo, Castillo deberá esperar en el Palacio de Torre Tagle, la sede de la Cancillería, a una delegación parlamentaria que lo conducirá hasta el Congreso, un recorrido de cuatro cuadras que puede hacerse a pie o en vehículo, indicó la agenda oficial difundida a la prensa.

Tras ser juramentado, el nuevo mandatario pronunciará su discurso inaugural, el momento más esperado ya que se supone será la primera ventana a cuáles serán los ejes de su Gobierno, hoy un gran interrogante para la mayoría de los peruanos, que despierta esperanza en sectores de izquierda y populares y rechazó o hasta violencia de la derecha más radical, que lo acusa de querer instalar un régimen comunista, algo que él ya desmintió.

A la ceremonia de posesión asistirán el rey Felipe VI de España y los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; Bolivia, Luis Arce; Chile, Sebastián Piñera; Colombia, Iván Duque, y Ecuador, Guillermo Lasso, así como el expresidente boliviano Evo Morales, entre otros invitados.

Y un día después Castillo jurará, esta vez de manera simbólica, en el departamento andino de Ayacucho, donde se peleó la batalla definitiva de la independencia. Este acto contará también con la presencia de Alberto Fernández, su última participación antes de partir desde Ayacucho mismo hacia Argentina.

A diferencia de sus antecesores, Castillo prácticamente no tuvo tiempo para organizar su transición y su gabinete ya que la Justicia electoral recién lo proclamó presidente hace unos días y después de un mes y medio del balotaje porque la otra candidata, la exlegisladora de derecha Keiko Fujimori, presentó cientos de apelaciones e impugnaciones para embarrar lo más posible el proceso electoral.

Pero la incertidumbre no es el único elemento que marca el clima político en la previa a la asunción presidencial. Las semanas previas a la posesión han sido también de fuerte tensión.

Los líderes del fujimorismo y sus aliados se negaron a reconocer la derrota y hubo llamados abiertos a los militares para que un golpe de Estado, los que fueron rechazados por los uniformados.

Desde un canal de televisión se incitó a una toma física de Palacio de Gobierno, mientras que líderes ultraconservadores como Rafael López Aliaga gritaban "mueras" en la plaza pública contra Castillo y Cerrón.

En paralelo, el dólar alcanzó picos sin antecedentes, la Bolsa de Lima se desplomó y los mercados se desestabilizaron, aunque muy lentamente todo parecía recomponerse en medio de silencios de Castillo, que paradójicamente resultaron apaciguadores, y de la pérdida de credibilidad de sus adversarios.

A esta convulsionada coyuntura, además se le suma una profunda crisis económica y social.

Según el consultor Álvaro Monge, un 57% de los 32,5 millones de peruanos está en situación de vulnerabilidad. Las cifras oficiales hablan de un 30,2% por pobreza, lo que incluye un 4,7% de pobreza extrema, y más de un 70% de la economía nacional es informal.

El modelo económico liberal vigente desde 1991 logró avances importantes -con índices de crecimiento entre los mayores del mundo en varios años-, pero los críticos sostienen que el problema de la inequidad no ha sido atacado. La precariedad quedó al desnudo con la pandemia de Covid-19, que deja ya 196.000 muertos, casi el doble que los de Argentina, un país más poblado.

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