Huilén Pascual, la mendocina que hace historia en la base del Everest

La historia la escriben los propios protagonistas y para Mendoza un capítulo dorado en el montañismo internacional, o por lo menos en algo muy relacionado con el tema desde sus bases, es la que empezó a escribir hace un tiempo Huilén Pascual. La joven se transformó en la primera mujer en ser parte de la cocina oficial del Everest.

Mezclada entre el celeste del cielo y las imponentes montañas, la joven de 27 años vive con firmeza sus actividades, que tantas buenas sensaciones le hacen sentir. La godoicruceña, enamorada del aire libre y la sabia naturaleza, es Técnica en Gastronomía y estudió en la Escuela de Turismo, Hotelería y Gastronomía "Islas Malvinas".

En este sentido, Pascual hizo referencia a lo que generó su amor por estas actividades tan complicadas de llevar a cabo: "Mi pasión viene del lado de mi abuela María. Siempre fuimos una familia muy unida. Los fines de semana nos juntábamos y ella me enseñaba. Creo que desde que desde que tengo memoria soy cocinera, nunca lo dudé", empezó.    

Acerca de qué lleva a cabo en las cumbres y de la importancia de su presencia, la mendocina expresó: "Mi trabajo es en el campo base mayormente. Desarrollo todas mis actividades ahí en ese lugar de la montaña. Me es una labor bastante fundamental porque en los campamentos de altura la cocina es la vida del sitio, acá es donde comen los operarios, la gente, los guías, la profesora de yoga, los médicos, los dueños de la empresa y los jefes de la expedición, ellos reciben las comidas que preparamos". dijo. Y agregó: "Está muy bueno, para mí es un lujo, lo que hay que hacer es tener el campamento abastecido con las comida, realizar los pedidos, recibir la comida, cocinar con un buen valor nutricional y limpiar". 

Su participación no solamente se dio en estos sitios sino que en su palmarés figuran varios más: "En Mendoza trabajé en muchos lugares, después viví mucho tiempo en el Sur precisamente en Río Gallegos. En la actualidad también estoy en el Aconcagua. Acá en El Himalaya empecé con el Everest", señaló. Y referenció: "Me encanta colaborar con las personas que intentan cumplir con su sueño, es un regalo enorme".  

Por otro lado, Pascula habló de los objetivos que tiene para lo que resta de la temporada: "Acerca de las metas para este año es bastante incierto, ya que las temporadas no están confirmadas. La que se aproxima es la de Manaslú que se encuentra acá en Nepal y mide más de 8.000 metros de altura, y el Broad Peak que está al lado. Estos dos cerros se hacen en septiembre y octubre. La idea es volver a Mendoza una vez terminado eso para ir al Aconcagua y ya en 2022 el Everest, Pakistán, entre otros", precisó. Y añadió: "Los planes son muy prometedores porque vamos a poner a funcionar un nuevo sistema de producción que lo vengo creando hace mucho".

Queremos que la comida tenga el menor impacto ambiental, con un menú elaborado con un equipo de profesionales para cumplir con los requerimientos nutricionales en pos de aumentar el rendimiento máximo de los deportistas y de los trabajadores. Es una iniciativa enorme y que pretende cambiar la gastronomía de la Alta Montaña. Estamos felices porque lo vamos a poder en práctica

Contó la cocinera.

Por último, la cheff dio su parecer respecto de la importancia del rol de la mujer en estas actividades: "Es muy importante que el trabajo entre los hombres y las mujeres sea parejo. Nosotras tenemos algunas características que son buenas para estas labores. Más allá de que se necesita la fuerza tenemos la virtud del orden y de la contemplación en frío. Soy la primera dama en trabajar en la cocina del Everest y me pone muy feliz representar al país", cerró.

Un claro mensaje para tener en cuenta

"Tenemos que tener conciencia del impacto que generan nuestra actividades en el planeta. Ma perece que está bueno ser un poquito más consciente y más responsable para poder seguir disfrutando de todo lo que tenemos. De eso se trata lo que estamos encarando".


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