Un embarazo adolescente colocó en la mira de la división Delitos Sexuales de la Dirección de Investigaciones de la policía de Mendoza un caso de abuso intrafamiliar en Las Heras. Todo comenzó con la internación por un supuesto malestar estomacal en el Hospital Carrillo de una menor de 14 años que resultó con una gestación de 4 meses; hasta ahora la joven convivía con su madre y su padrastro, ahora detenido como sospechoso de ser el autor.
Pero no sería el único hecho: tras los estudios médicos que confirmaron el embarazo producto del abuso, la investigación corrió el velo sobre la hermana de la joven, de 16 años y madre de una niña de 2, otra víctima de los abusos. Y terminó también con la detención de la madre de ambas adolescentes, ya que del testimonio de una familiar se desprende que conocía lo que ocurría, nunca lo denunció ni hizo nada para impedirlo e intentó ocultar el accionar de su pareja.
Por eso, hace 1 mes la menor de 14 años abandonó la vivienda que compartían para volver con su padre biológico. Por su parte, el presunto chacal de nacionalidad boliviana fue puesto a disposición de la Oficina Fiscal 16 y la Unidad Fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual: la causa fue caratulada como "abuso sexual agravado" por el fiscal de Instrucción Darío Nora.
La situación del acusado se complicó a partir de dispararse el probable "estado de riesgo" para la niña de 16 años, que seguía al cuidado de su madre y bajo el mismo techo que el chacal, "como autor de otros posibles abusos". Por eso intervino el ETI jurisdiccional, que retiró a la joven de la vivienda y a su pequeña hija: una vez allí, ella misma confirmó que la nena de apenas 2 años fue gestada a raíz de los abusos de su padrastro.