Encontraron una vaina servida

Crimen por un celular en Las Heras: apuntan contra personas de un asentamiento

Por Hernán Adrover

Esteban Emilio Olivera tenía 40 años y vivía en el barrio Almería de Las Heras. Este jueves por la mañana, cuando caminaba para ir a tomarse el tranvía para ir a su trabajo en Luján, fue asesinado a pocas cuadras de su casa y los vecinos de la zona, como los investigadores, tiene sospechas sobre unos malvivientes que residen en la Villa Güemes, lugar ubicado a pocas cuadras de la escena. A la víctima la ultimaron para robarle el celular y encontraron una vaina servida en la escena. Los detalles. 

El hecho se conoció cerca de las 8.15 cuando Esteban Olivera caminaba por calle Avellaneda hacia el oeste. Atrás dejó su casa, ubicada en el barrio Almería, situado al este de calle San Martín, para ir a trabajar a Luján. 

Siempre se tomaba el tranvía en la parada Avellaneda. Cuando iba por la vereda sur y llegó a la calle Sargento Cabral, fue abordado por dos sujetos que le quisieron sustraer el celular. Pero ante la resistencia de la víctima, recibió un par de disparos.  En un primer examen, detallaron recibió un impacto en la pierna izquierda y otro en la zona del pecho. 

Pero también, indicaron que un proyectil lo recibió en la cabeza pero aún no tenían los informes finales de Policía Científica, que debía examinar el cadáver en el Hospital Carrillo, donde Olivera finalmente murió. 

Según una persona que observó el intento de robo y posterior asesinato, la víctima fue abordada por dos sujetos: uno tenía tenía ropas oscuras y era delgado. El otro, con gorra y tapaboca, era quien llevaba el arma y el que disparó. 

Los dos delincuentes, según vecinos de la zona, escaparon corriendo hacia la zona de la Villa Güemes, ubicado a un costado de las vías del metrotranvía. "Todos los días asaltan a la gente que pasa por ahí", dijo un vecino mientras señalaba la parada del transporte. "A la mañana, a la siesta, a la tarde o a la noche. Es todo el día, todos los días. El otro día le pegaron a una mujer y la tiraron al piso para robarle. Después salen corriendo por las vías y se meten por una tela al asentamiento", agregó. 

Además de los testigos, los pesquisas de la División Homicidio esperan por informes de una cámara de seguridad ubicada en calle Avellaneda y Martín Güenes. Confían que hayan detectado los movimientos de los autores. Justamente el asentamiento lleva el nombre por esa última calle. 

Ahora, el fiscal Carlos Torres, quien subroga a su par Gustavo Pirrello, de Homicidios, espera por la tarea de calle de los efectivos de Investigaciones y de la declaración del testigo para poder identificar a los autores del hecho. 

A pesar de las medidas, todavía no había sujetos identificados pero los vecinos aportaron un sobrenombre y un posible nombre de personas que podrían tener un vínculo con el hecho de sangre. El caso quedó calificado como homicidio criminis causa.  

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