Columna del domingo

La lucha es cruel y es mucha

Escribe: Marcelo López Álvarez.

La eterna problemática argentina, uno de los temas recurrentes de esta columna y el azote de un gobierno que sigue buscándole la vuelta al problema. Sí, no es otra cosa que la inflación que a esta altura ya dejo de ser un problema económico para ser un problema sociológico y estructural de una sociedad que no acierta en el camino de su combate porque tarde o temprano termina tratando de combatirla por los métodos clásicos de la librería económica, ya sea ortodoxa o heterodoxa.

El 6.1 % de crecimiento de los precios mayoristas de febrero que anunció el INDEC esta semana da por sentado que marzo y abril no serán meses fáciles y salvo un milagro o que el Gobierno y su equipo económico encuentre un atajo desconocido el 29 por ciento de inflación para el 2021 ya es un recuerdo.

Mientras el mundo continua con su guerra silenciosa por las vacunas que venimos contando aquí y en radio Andina desde hace semanas, y que el jueves blanqueo el presidente de la Nación en cadena nacional, la economía mundial tampoco termina de arrancar y los cierres y cuarentenas se replican en todas partes del mundo, mostrando la magnitud del problema que la oposición vernácula y su corte de aduladores no quiere entender, complicando aún más la ya difícil situación de nuestro país y su economía.

Así como gran parte de los políticos y dirigentes argentinos no comprenden que el problema de la inflación argentina no es la economía sino la política (hay que aclarar que no la partidaria, sino la Política -con mayúscula- como ciencia) la oposición decidió no entender el problema de las vacunas. Ayer mismo Paul Krugman publicó en El País un lapidario artículo bajo el titulo "Vacunas, un desastre muy europeo", donde refleja claramente y con crudeza las complicaciones globales y sus implicancias.

La economía que da signos de reactivación en la Argentina camina por un sedero estrecho con precipicios a cada lado, de un lado la amenaza permanente de una nueva ola del virus que como en Europa o en Paraguay, Chile o Brasil motive un nuevo freno de repercusiones inimaginables, y del otro lado una macro con complicaciones permanentes como la inflación y una negociación con el FMI que desata solo presiones de los factores de poder.

El 6.1 mayorista no sorprendió al Gobierno que ya lo veía venir en los informes previos, por eso horas antes de conocer los datos de INDEC anunció la creación del SIPRE donde las grandes empresas deberán informar stocks, precios, ventas y producción. La medida elevo aún mas la tensión con los grandes elaboradores de alimentos y sectores concentrados que son proveedores de estos.

Lo cierto es que al abrir los números del INDEC, los que más incidencia tuvieron fueron los productos primarios, la chapa y aluminio sectores absolutamente concentrados y los alimentos y productos de primera necesidad que como ya explicamos en esta columna el 17 de enero, no son monopólicos pero están super concentrados.

Los datos son reveladores, en el Ejecutivo aseguran que no hay justificación para los incrementos con paritarias todavía en discusión, tarifas todavía sin aumentos, dólar casi planchado y con aumentos de combustible que si bien tienen incidencia no justifican para ellos ese nivel de aumento.

La visita del Ministro Guzmán a Estados Unidos pone un dato más a la semana en una negociación con el FMI que no parece tan sobre ruedas. El Fondo y el Banco Interamericano en estos días volvieron a hablar de la necesidad de que América Latina avancen en las famosas reformas estructurales que ya sabemos dónde desembocan. No parecen declaraciones casuales justo en la semana en que después de un año de pandemia el Ministro viaja a ver presencialmente a los bonistas que se sumaron al canje privado y a sentarse de visitante en la mesa de negociaciones en las oficinas del Fondo.

La Argentina es un tango permanente y como nunca al gobierno por estos días le calzan justo las primeras letras de Uno

Uno busca lleno de esperanzas

El camino que los sueños

Prometieron a sus ansias

Sabe que la lucha es cruel

Y es mucha pero lucha y se desangra

Por la fe que lo empecina

Uno va arrastrándose entre espinas

Y en su afán de dar su amor

Sufre y se destroza hasta entender 

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