En marzo del año pasado, Romina, una hermana, sufrió un disparo que le hizo perder un ojo. Su testimonio en la audiencia conmovió por lo crudo de un relato que, sin embargo, los abogados defensores pretendieron calmar comprometiéndose a pagarle la prótesis.
El alegato del Fiscal Javier Giaroli convenció al juez Julio Bittar acerca de los pormenores del caso para encuadrarlo en el delito de tentativa de homicidio porque los disparos con una escopeta, pese a ser realizados desde varios metros de distancia, terminaron hiriendo a Romina y Armando Campos (este último en el tórax).
Así fue como Darío Cerda, el agresor, fue sentenciado a siete años de prisión.
Unos meses después, promediando julio del año pasado, al agredido fue Daniel Matías Maidana. Recibió golpes y disparos de parte de Juan Alberto Laceda, alias el "Rastrillo", y Enrique Ezequiel Basualdo, el Motoneta.
Un disparo comprometió seriamente una de sus piernas. Al "Motoneta", en un acuerdo con la Fiscalía para realizar un juicio abreviado sobre la base de la confesión de la autoría criminal, el juez Bittar le dio cuatro años de prisión, por lesiones graves calificadas por uso de arma de fuego y tenencia de arma de guerra.
Al "Rastrillo", dos años por participación secundaria en lesiones graves calificadas. Se pensó, en su momento, que las agresiones tuvieron que ver, justamente, por las viejas y violentas rencillas. Ahora, el silencio impera nuevamente en torno al que disparó contra el Toyota en que viajaba esta madrugada Noelia.