El hecho dejó de ser una novedad, porque el mensaje emitido por el intendente de Malargüe fue viralizado y un gran porcentaje de la población ya lo ha leído, causando descontento por la desprolijidad de la máxima autoridad departamental.
El hecho dejó de ser una novedad, porque el mensaje emitido por el intendente de Malargüe fue viralizado y un gran porcentaje de la población ya lo ha leído, causando descontento por la desprolijidad de la máxima autoridad departamental.
Este último fin de semana, el sábado en horas de la mañana, llegó a la redacción el siguiente mensaje: "Buenos días... en virtud de hechos y acciones que es necesario modificar. Les pido a todos los funcionarios, coordinadores, directores y secretarios que me envíen la renuncia en el día de hoy, hasta las 20 hs, a partir del día 01 de marzo de 2021. Quien no la envía automáticamente queda fuera del gabinete. El envío deberá ser vía WhatsApp".
El autor de la comunicación es el propio intendente del departamento de Malargüe Juan Manuel Ojeda, algo que desde SITIO ANDINO nos encargamos de verificar con allegados directos al gabinete del funcionario radical. Las fuentes consultadas dieron fe del encargo.
El mensaje de WhatsApp, que se habría originado entre el jueves y el viernes pasado, se viralizó en pocas horas, y miles de malargüinos tuvieron acceso al mismo, provocando en las redes sociales y en la comunidad disgusto por el método utilizado por Ojeda, incluso generando malestar entre los propios funcionarios.
En la calle los comentarios, en su gran mayoría, convergen en que la institucionalidad en Malargüe una vez más tambalea, con reglas muy básicas y pérdida de respeto a la vida social y política del departamento.
Los vecinos que se han animado a expresar su descontento en las redes sociales, consideran que es un acto irresponsable el pedido de renuncia del intendente Juan Manuel Ojeda a través de un mensaje de whatsapp, por tratarse de la máxima autoridad departamental, que mostro poca seriedad al momento de enviarlo.
Hoy los vecinos malargüinos tratan de entender o buscar una explicación a este proceder, informal y burdo, que ha llevado básicamente a una vocinglería sin contenido y que aporta a la confusión y grieta que está atravesando desde hace un tiempo Malargüe.
Por estos días, y en medio de incesante reclamos de los vecinos, se suma esta retórica o discurso laberíntico o enredado que evidencia la lejanía del poder con las verdaderas necesidades y expectativas de la ciudadanía. No lo decimos nosotros, sino los miles de habitantes del departamento de Malargüe.