Una poco usual pericia post mortem realizada sobre Paula Toledo, deberá ser explicada mañana por los profesionales intervinientes, en el marco del tercer juicio que se realiza con vistas a intentar esclarecer, al menos en parte, el asesinado de esta adolescente, ocurrido hace más de 17 años, y que no tiene ningún condenado hasta ahora.
El ofrecimiento de esta prueba, junto a otras a último momento a partir de la ampliación de la acusación contra Marcos Graín, único imputado que quedó en la causa a partir de la prescripción de la acción de penal que favoreció a los demás por haber sido menores al momento del crimen, ha generado todo tipo de especulaciones y dudas que quizás este lunes queden en evidencia y/o despejadas cuando declaren los peritos que la realizaron.
El instrumento se concretó a partir de la observación de las lesiones que presentaba el cuerpo y de testimonios que tomaron de algunas de las personas que conformaban el vínculo íntimo de la víctima.
En el primer caso, fueron fundamentales las fotografías tomadas en el cuerpo hallado en un descampado el 31 de octubre de 2003, y un video descubierto por Televisión Andina, en el que estaba grabada la necropsia, sin que ningún magistrado se hubiera tomado el tiempo de mirarlo, a pesar de que se encontraba en el fondo de la caja de seguridad del juzgado desde noviembre de ese año.
En el caso de las entrevistas de los peritos con amistades y familiares de Paula, se resalta en el informe que no todos se prestaron a la tarea que la Fiscalía y la misma querella por parte de la familia, habían visto como necesaria para la causa. Dicen los peritos que sólo la mamá de Paula y una amiga, aceptaron que le grabaran la entrevista las psicólogas; una tercera persona pidió que no fuera filmada su declaración.
En tanto, los hermanos de Paula directamente no concurrieron en las entrevistas; uno de ellos expresó que no colaboraba porque lo veía como "una investigación a la familia". Lo cierto es que en cuanto a las interpretaciones que hacen las psicólogas María Daniela Sánchez y Roxana López Dardanelli (del Cuerpo Médico Forense del sur mendocino) de las heridas de Paula, se estima provocarán un profundo interrogatorio en las próximas audiencias ante el tribunal esta semana.
SITIO ANDINO tuvo acceso exclusivo al informe en el que se concluye, por ejemplo, que "las quemaduras con brasa de cigarrillo en las manos, expresarían una marcación del cuerpo con vistas a establecer propiedad sobre el mismo"; al igual que una herida similar en el pezón izquierdo.
En esa zona también había un corte superficial en forma de cruz sobre la mama izquierda. Para las peritos esto supuestamente esto haría que no se pueda "soslayar el lado izquierdo del pecho con el corazón", de lo que concluyen que es "un indicador de una relación afectiva con la víctima".
De las heridas en el rostro aparentemente producidas por una botella de cerveza, las peritos deducen que hay una identificación del agresor con la víctima; y coligen también que "puede tratarse de la destrucción de la interpelación con el rostro del semejante, la mirada humana como límite al accionar agresivo del comitente, destrucción de la identidad del portador del rostro tomándolo anónimo y objetivado".
En cuanto a las heridas de índole sexual, sostienen que "además de implicar violencia expresiva en sí misma, hay una acción de crueldad pedagógica sobre la víctima y un mensaje a la sociedad. Es la agresividad por la agresividad misma, conjugando el poder físico y moral". Sostienen que las heridas en sus partes genitales, "en el caso de haber sido accedida por más de un varón", darían cuenta de un "pacto de fraternidad masculina, en el compartir la intimidad más feroz".
Sin embargo, ante la posibilidad de que hubiese sido accedida sólo por una persona, la conclusión que sacan las peritos es distinta: "sería una exhibición frente a sus pares de su potencia viril". Pero lo más llamativo del informe surge cuando se animan a concluir que por los "elementos utilizados en la perpetración de esas heridas", particularmente por aquellos que señalan como "elementos de transición a la adultez (cigarrillo, botella de cerveza, cuchillo, probablemente se hallaban involucrados en la comisión jóvenes adultos y dichas marcas fueron rúbrica de su acto".
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