La semana pasada un incendio arrasó quinientas hectáreas, afectando la flora y fauna de la Reserva Provincial. Inquieta este tipo de conductas que afectan el ambiente.
La semana pasada un incendio arrasó quinientas hectáreas, afectando la flora y fauna de la Reserva Provincial. Inquieta este tipo de conductas que afectan el ambiente.
Martín Palma, Jefe de Guardaparques de la Seccional Malargüe de la Dirección de Recursos Naturales de Mendoza, informó sobre un tema recurrente y preocupante en esta época del año en el departamento, y también en varios puntos de la provincia: la quema de pastizales e incendios forestales.
Esta vez la práctica fue en los límites de Laguna de Llancanelo, foco ígneo que afectó unas quinientas hectáreas de la reserva natural, declarada Sitio Ramsar. La quema fue intencional y no estaba autorizada, aclarando además que están prohibidas por ley.
El jefe de guardaparques, en otra parte del diálogo con SITIO ANDINO, dijo que este tipo de incendios, que terminan descontrolándose principalmente porque no están planificados debido a su clandestinidad, afectan no sólo la flora autóctona, sino la fauna y el suelo.
Para muchos ganaderos, de Malargüe, y otras latitudes de Mendoza y Argentina, la carbonización de pastizales la realizan porque sostienen que mejora las pasturas, tema que fue consultado a Martín Palma, respondiendo el guardaparques que "el rebrote viene" porque se arrasa con el pastizal "y se baja la planta", aunque explicó que no hay certeza cuánto dura ese renuevo.
"Hay un efecto de salinización del suelo que impide el crecimiento de cierto tipo de especies y favorece el de otras, pero que tienen menos utilidad para la ganadería que es lo que buscan", siguió expresando. Estas quemas también provocan la pérdida de cobertura vegetal y desertificación