El Papa fue el único que no usó barbijo durante una audiencia en el Vaticano

Por Sección Internacionales

Aunque Francisco habla de la importancia de respetar todas las normas de seguridad contra la pandemia de coronavirus, el único que no usa jamás el tapabocas en el Vaticano es el mismísimo papa.

El hecho quedó demostrado en la audiencia del 20 de junio, en la que habló de la importancia de respetar las normas de higiene y seguridad ante médicos, enfermeras y personal sanitario de Bérgamo y Lombardía, las provincias del norte de Italia que más sufrieron la pandemia. Todos los asistentes tenían barbijo y estaban sentados en sillas alejadas, salvo Francisco.

En el Vaticano, los visitantes de la basílica de San Pedro, de los jardines, de los Museos y de los palacios internos, incluído el supermercado y los ambulatorios médicos, son parados en seco y obligados a retirarse si no llevan barbijo.

Según apuntó el corresponsal del diario Clarín, el Papa no solo rechaza la mascarilla sino que nunca explicó por qué lo hace, pese que la Iglesia impone oficialmente el uso del tapabocas y que se dieron casos de contagio cercanos, como el oficial de la Secretaría de Estado, monseñor Gian Lucca Pezzoli, que vive en la misma residencia que Francisco y dio positivo el 25 de marzo.

En total seis funcionarios vaticanos fueron víctimas del coronavirus. Tras este episodio, el Papa decidió seguir en la residencia de Santa Marta, pero adoptó un protocolo más estricto. No fue más al comedor sino que toma todas las comidas en la suite en la que vive. También se reforzaron las medidas de desinfección y sanitización.

Con con la salida paulatina de la cuarentena, ya en etapa "de convivencia con el virus", la basílica de San Pedro y los Museos Vaticanos reabrieron y el 18 de mayo el Papa volvió a celebrar misa ante un grupo reducido de fieles en San Pedro ante la tumba de san Juan Pablo II, al cumplirse el centenario del nacimiento del primer Papa polaco de la historia.

El Sumo Pontífice ya anunció que reducirá su actividad en julio, durante el verano europeo. Se quedará en el Vaticano pero asumirá menos compromisos. Durante los cinco miércoles del mes no se realizará la audiencia general, que de todos modos en este período de pandemia se realizaba en recinto de la Biblioteca del Palacio Apostólico, sin la participación de los fieles, emitida en streaming

Seguirán en cambio regularmente los Angelus dominicales, que desde hace algunas semanas se realizan con el pontífice asomado desde la ventana de su despacho privado y con los fieles -distanciados por la pandemia- en la plaza San Pedro

Las audiencias generales, aún no se sabe de qué modo, se reanudarán el próximo 5 de agosto. ¿Se pondrá entonces un barbijo?


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