Diego Simonet es el "cerebro" de la selección argentina de handball. El campeón de la Champions League y MVP de la final de 2018 con Montpellier es la figura y principal esperanza de los dirigidos por el español Manolo Cadenas de cara al Mundial de Egipto 2021 y los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Pero el Chino, además de crear fantasías dentro del 40 por 20, también se destaca fuera de las canchas. Luego de incursionar en la pintura, el surgido de la cantera de SAG Ballester dio un nuevo paso hacia adelante al lanzar un juego de mesa en honor a Manuel Belgrano llamado "1812".
"Manuel Belgrano creó la bandera argentina, pero hasta el día de hoy no se sabe cómo fueron los hechos. ¿Con quién la creó? ¿Cómo se conocieron? ¿En qué lugar de Argentina? ¿Qué comieron?", informa a su dorso la caja del juego, que tiene forma de libro y será la clave para que uno de los participantes guíe a los lectores' hacia la victoria.
Simonet contó los pormenores de este juego de comunicación e interpretación de imágenes que ya fue testeado en Francia y Argentina y está próximo a salir a la venta.
¿Cómo nació la idea de crear un juego de mesa?
En cada reunión quiero jugar a algo o hacer una actividad. Con mi familia siempre jugamos juegos. Hace unos 6 ó 7 años, con los chicos de la selección, empezamos a llevar juegos de mesa para tener una actividad, para hacer algo en equipo, en conjunto. La primera vez llevé un juego y nos re copamos. Yo llevaba juegos de Europa, que allá no existían. Yo siempre quería cambiar un poquito alguna regla, para que sea más entretenido. Ya tenía en un rincón cambiar reglas o querer crear cosas. Un día dije por qué no crear un juego como yo quiera, con el tema que yo quiera, con la mecánica que yo quiera'. En Argentina veía que no había tantos juegos de mesa. El mundo del juego de mesa no está explotado en Argentina. Lo empecé a crear hace dos años. Me acuerdo que no podía dormir, porque tenía la idea en al cabeza. No dormía en toda la noche. Me iba a la cocina a escribir, a cortar papeles, a crear. Ahí empezó a salir. Ahora ya estoy creando otros juegos, pero este es el más importante.
¿Con quiénes estás llevando adelante esta idea?
Con un amigo en Argentina (Patricio Brown), que es el que me inició en los juegos de mesa. Y con un vecino de él, que es ilustrador y le copó mucho la idea (Facundo Rodríguez Valsagna). Es un juego de muchas ilustraciones, tiene 100 ilustraciones. También está mi novia, Sol Dillon. Ella hace los diseños de todas las cartas, la caja y reglamento. Ya lo probamos. Lo llevé a reuniones de autores de juegos de mesa. Es sobre la creación de la bandera. Tenía que poner una historia que sea la historia real, pero que no se sepan los hechos exactos, como con quién creó la bandera, dónde se juntaron, qué hicieron, qué comieron. Es educativo. El autor' del libro no puede hablar y tiene que llevar a los ´lectores' por el buen camino para llegar a la historia correcta. Mi objetivo es que este juego esté en todas las casas de Argentina y que puedan compartir un lindo momento, que eso se perdió un poco con la tecnología o cuando se ponen con los celulares.
¿Por qué sobre Manuel Belgrano?
Porque quedaba justa la historia para ilustrar esa época. Es algo que todos aprendimos en el colegio, con la Revolución. Es para que a los chicos les despierte el interés y para que los padres quizás quieran contar un poco. Es una linda historia, donde tampoco se sabe lo que sucedió. Hay muchos personajes, muchos lugares, comidas de la época. Y es de Argentina, que es lo que más quería.
¿Cómo se juega?
La caja será en formato de libro. Será un libro hueco, y el autor' del libro será uno de nosotros. Él sabe lo que sucedió y detrás del libro tiene los hechos que sucedieron, que van cambiando a medida que uno juega. Uno tira el dado y eso cambia las situaciones. Entonces, los lectores', tendrán filas de personajes, lugares, situaciones y comidas. Al mismo tiempo están divididos en columna. El autor deberá dar ilustraciones por cada fila, que son un poco flasheras, y las tienen que relacionar con la carta correcta. El tema es que él las puede relacionar de una manera y los lectores' de otra, lo que los llevará por otro camino. Tiene que poner una para cada fila y, cuando termina la ronda, debe decir cuántas están bien; pero no sabés las correctas. Por ejemplo, hay dos correctas, pero no sabés si la de personajes, comida o situaciones. El autor' no puede hablar, y el resto va discutiendo qué hacer. Está bueno porque con un autor' diferente se relaciona todo de manera distinta.
Me imagino que lo llevaste a la concentración. ¿Qué le pareció a tus compañeros en la selección?
Bien, increíble. La primera vez que lo jugaron lo vi de afuera y el autor' fue el Colo Vainstein. Lo resolvieron rapidísimo, lo ganaron bien el juego. La segunda vez cambiamos de autor', y fue (Gastón) Mourinho. Perdieron, no pudieron ganarle al juego. La cabeza de Mourinho era cualquier cosa, un desastre. Cuando terminó todos estaban puteando, diciéndole qué hiciste.
¿Con tus compañeros en Montpellier lo probaste?
No, todavía no. Lo quiero tener bien fabricado para presentarlo. Siempre jugamos juegos con ellos, y tienen la vara muy alta. Ahora lo mandé a fabricar a España, 10 copias para tenerlo y mostrarlo a editoriales en Francia o Argentina. Cuando lo tenga veremos qué dicen.
Cuando me llegue, solamente le cambiaré el tamaño de la caja, o cosas así. Pero el juego ya está definido, recontra testeado. Lo probé con autores de juegos de mesa de Francia, y les gustó muchísimo. Ellos pensaban que había que saber un poco la historia de Argentina, pero para nada. No hace falta saber para jugarlo.
¿Lo va a comercializar?
Me estuve informando bastante y está la posibilidad de auto editarlo. Hablé con gente de La Plata para que lo produzcan y nosotros encargarnos de la distribución. Sería sólo por internet, no por juguetería. Quiero tenerlo y hablar con cada uno, para ver qué hacer.
¿Estás pensando en crear otro juego?
Sí, serían más de nivel experto, del estilo que nos gustan a Los Gladiadores (la selección masculina de handball). Hay uno, o dos, o tres que son los infiltrados o asesinos, y hay que descubrirlos. De ese estilo. En este caso será de indios. Habrá un cacique, que toma las decisiones. La idea es que todos nos insultemos, gritemos, no nos creamos... Un juego más de mentir y deducción de personajes.
Usted ya había incursionado en el arte, ¿cómo están sus otros proyectos?
Soy bastante creativo, no te voy a mentir. Voy probando de todo. Al principio arranqué con la pintura en 2011. Siempre me gustó dibujar. Había empezado con la mujer de mi hermano Sebastián, que me explicó y lo hacía por hobby. Después conocí a mi novia, que en su primer cuadro ya lo hizo mucho mejor que yo. Ella estudió diseño de interiores, y se le da bárbaro lo de pintar. Nos fue bastante bien, pero luego llegó mi hija y tuvimos que parar un poco, porque se necesita tiempo, ganas y espacio. Ahora la cuarentena nos dio algo de tiempo, sumado a que nos mudamos a una casa. Así que empezamos de nuevo.
Con los muñecos habíamos comprado una impresora 3D y vimos videos para informarnos. Hacíamos muñecos cabezones, un poco más por placer, para hacer a nuestros amigos. Te lleva mucho tiempo imprimirlos y pintarlos. Además, necesitás de la persona. Fue un poco difícil. Ahora hice todos los muñecos de mi familia para hacerle el árbol genealógico a mi hija, para que ella lo siga. Quedó más como hobby.
Participó en galerías de arte. ¿Alguien tiene un Simonet en su casa?
Sí. Vendimos como 25 cuadros. Terrible. Acá está bueno lo que hacen los restaurantes. Vos podés llevarle los cuadros y ellos los cuelgan. Si una de las personas que va a comer le gusta uno, se lo compra. Luego el dueño del restaurante te llama y te dice cuáles vendió.