Coronavirus en Argentina, la difícil vuelta a la normalidad

Escribe Myriam Ruiz.

Los datos de la escalada del Coronavirus en Argentina ya no están gustando nada. Los expertos médicos han comenzado a advertir, desde hace días, que el aumento de casos está tomando el criterio exponencial del que se habla desde un principio. En las últimas 24 horas hubo 1391 casos positivos nuevos en nuestro país, 30 muertos. Ya son 785 las víctimas fatales de esta pandemia y 28794 infectados.

Los números, por supuesto, contrastados con la región hacen que respiremos hondo. Ante un Brasil con más de 800 mil contagiados y 38.500 fallecidos, o un país como Chile cuyas terapias intensivas están a días de colapsar, la realidad argentina es algo más benévola. Sin embargo, no podemos olvidar que esto fue logrado con un aislamiento social obligatorio... aislamiento que hoy se ha perdido.

El gobierno nacional dividió en dos al país en la última conferencia del presidente Alberto Fernández. Por un lado Buenos Aires, el Gran Córdoba, Chaco y Río Negro; y por el otro el resto de la Argentina. Desde ese momento el interior del país volvió -casi- a la vida normal. En Mendoza la gente se volcó a las calles, plazas y parques; y festejamos que ya no nos pidan la terminación del DNI para ir de compras.

En Capital Federal, a pesar que hay más de 500 casos diarios de nuevos positivos, han permitido a los runners salir a trotar y esto provoca aglutinación de gente y la necesidad de disponer a más de 300 efectivos policiales para cuidarlos. Una locura.

Sumado a que vemos las imágenes y cada vez se ven menos tapabocas. Ni hablar del uso del alcohol en gel o soluciones desinfectantes. Parece ya de otra época. El peligro está en lo que ocurre actualmente en Europa y en Oriente, donde la pandemia pegó fuerte y dejó a centenares de miles de víctimas fatales.

En el hemisferio norte, el verano está llegando y la gente volvió a las calles, playas y a la vida normal; sin embargo, en la última semana se encendió el alerta por la nueva escalada de contagios. Este es un virus que no ha desaparecido y para el que aún, a pesar de todos los anuncios y de todas las publicidades, no hay una vacuna.

El Covid 19 se parece a la gripe A, pero a diferencia de aquellos contagios que fueron contados y que rápidamente la humanidad fue construyendo su defensa inmunológica, con este virus no está pasando lo mismo. A nivel mundial, sólo un 7% de los enfermos han generado inmunidad. Seguir cuidándonos entre nosotros no parece ser irrazonable.

Volver a la actividad, al trabajo, a las calles debería ser bajo estrictos controles sanitarios que no se están cumpliendo. El gabinete de Alberto Fernández lo vio cerca, esta semana, cuando Martín Insaurralde dio positivo de coronavirus y de inmediato un cerco de funcionarios que habían compartido reuniones con él tuvieron que someterse a hisopados.

El Presidente canceló sus giras y, seguramente, en las próximas horas volveremos a ver desfilar a los asesores médicos por Olivos. El brote en Argentina se está dando en Buenos Aires, si debe o no volver a Fase 1 de esta cuarentena ya es cuestión de expertos... mientras, los argentinos que ya volvimos a las reuniones familiares, a los abrazos con los amigos, a los viajes internos en la provincia extrememos cuidados para no tener que retroceder también.

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