El fútbol suele aportar cosas increíbles a la vida de muchas personas. No sólo por el hecho de jugarlo, vivir de una pasión o acompañar para toda la vida en el caso de los hinchas. También puede brindar cosas que, en otro ámbito, serían imposible que sucedieran. Sebastián Aset puede dar fe de ello: jugando en el PSM Makassar de Indonesia, recibió la navidad en pleno partido de fútbol.
"Nunca en mi vida creí que podía vivir todas estas cosas. Allá rezaban cuatro veces al día y me hablaban de un Dios que no era el mismo que yo creía. En un 24 de diciembre me tocó jugar a las 10 y media de la noche: a las 12 le dije feliz navidad' en un córner a Jaime, un central chileno que era mi compañero. Ellos no festejan lo mismo que nosotros" comentó el Turco en charla con Tridente Ofensivo.
Más allá de la peculiar experiencia, para el delantero fue un buen paso en su carrera. "La gente es muy cálida y el fútbol me gustó. Al principio me costó el idioma, pero en un par de meses ya lo hablaba. Se pronuncia igual que se escribe, por lo que es más fácil incluso que el inglés. El fútbol también es muy lindo, siempre jugás con 40 mil personas. Lógico, extrañé muchas cosas como el asado, que allá no se conseguía la carne" reveló el alvearense.