Cristian Hernández es uno de los mendocinos que mejor nos representa fuera de la provincia y en Sitio Andino nos pusimos en contacto con él para saber cómo fue el regreso del fútbol en Costa Rica, tras superar con creces las dificultas originadas por la pandemia del coronavirus. El sanrafaelino se encuentra muy bien y continúa con su carrera en ascenso.
Lejos quedó la magia desplegada en las canchas del Sur provincial. Si mira por el espejo retrovisor se le ve en su pecho los colores Azul y Oro de Huracán de San Rafael, los que lleva guardado en su corazón y no olvida. Hoy, el nacido en el Globo, disfruta de un presente por el cual supo trabajar en demasía y le está dando sus frutos.
Hernández contó cómo es su historia, mostró cuáles son sus vivencias y desde dónde viene: "Nací y fui criado en San Rafael, en el barrio Pueblo Diamante, tengo 24 años y mi familia se compone con mis viejos y dos hermanos, también futbolistas", empezó. Y agregó: "Juego desde que tengo memoria y creo la vida me fue llevando, más la herencia y fue siempre la pelota la que anduve pateando. Me gusta el deporte en general pero ninguno como el fútbol".
El Cheka hizo referencia a cuáles son los lineamientos que se deben seguir para empezar a pensar en un fútbol de más alto rendimiento y tan distinto al nuestro: "Es una vida normal de deportista, se hace mucho énfasis al descanso y los buenos hábitos. Aparte vengo de Guatemala que son países con costumbres similares a Costa Rica y eso ayudó a la adaptación", dijo. Y añadió: "Todo es muy distinto a Mendoza, en la vida cotidiana de la gente sobre todo y su cultura".
El jugador avisó que no es fácil tomar la decisión de partir y encima hay que sumarle mucho trabajo de preparación mental, como principal medida: "Como para cualquier cosa que uno se proponga requiere mucho esfuerzo, dedicación y amor a lo que se hace. Además tener que dejar a la familia e irme era parte también de esa entrega. A ellos los veo como mucho dos veces al año en vacaciones y cuesta, pero bueno hay que aprender a llevarlo", sostuvo.
El ex Huracán, por otro lado, enfocó sus metas hacia un destino claro y de esto comentó: "Trato de enfocarme en él hoy, si bien hay que tener una vista de dónde uno quiere llegar hay que conocerse y saber para lo que está, sé que depende de mí y esa cuota de suerte hasta donde llegue en el fútbol", manifestó. Y expresó: "A los pibes que la reman que nunca dejan de soñar, que sean consistentes y laburen todos los días porque la oportunidad tarde o temprano llega y hay que estar preparado para ese momento, que no se conformen y no bajen los brazos porque todo llega".
El deporte superó a la pandemia en Costa Rica y dio un paso importante en esta materia. Así el mendocino dio los detalles del regreso tan esperado: "Fue un momento incómodo por no tener la certeza de cuánto iba a durar el fútbol parado y, por otro lado, la situación contractual de muchos jugadores generó incertidumbre. La verdad que a mi me vino bien, ya que pude ponerme más a tono físicamente a comparación de cómo había llegado (ya con el torneo comenzado y sin pretemporada) así que por ese lado me sirvió el parate".
Siguiendo con el tema, el Cheka Hernández habló de lo que significó esta pandemia para él: "Del virus pienso que llegó para quedarse y hay que tenerle respeto. Ojalá que pase rápido porque se ve la gente como sufre en cada punto del mundo y es feo. Acá en el departamento con mi novia encerrados nos salvó la play, Netflix, música y así pasamos los días. Y volver a jugar fue una sensación de alivio que sintió el cuerpo, como que está en su lugar más cómodo, a pesar de los protocolos que debemos seguir fue muy lindo, lo necesitaba", enfatizó.
Por último, el volante ofensivo del Municipal de Pérez Zeledón recordó a los seres queridos y les envió un sentido mensaje: "Un saludo para mis amigos de siempre, que vayan prendiendo el fuego que ya llego en unos meses y a mi familia gracias por el aguante de toda la vida".