A tres años del histórico ascenso de Andes al Federal B
Había estado a minutos de conseguirlo en 2013, en aquella mañana de domingo frustrada ante San Martín de Monte Comán. Nunca un club alvearense había estado tan cerca. Por aquel entonces, Andes ya tenía el mote de "equipo del pueblo", por contar con mayoría de futbolistas nacidos en General Alvear. Más allá de que antes estuvo en Federal B en la reestructuración de la categoría, lo que luego conseguiría en el 2017 no tiene punto de comparación con ninguna otra hazaña: ser el único conjunto del departamento en ser campeón de este tipo de torneos y conseguir ascender por el camino largo.
El gran mérito de aquellos años es mayor a los resultados que se fueron consiguiendo en cancha. La escalera de virtudes ya tenía varios peldaños firmes con el hecho de haber formado una base de jugadores que se mantuvo en el tiempo, generando un gran sentido de pertenencia y que incluso llegó a jugar gratis cuando la mano estaba dura. Lógicamente, había que disputar partidos y ganarlos, cosa que el Croto fue haciendo con gran aplomo a lo largo de todo el certamen.
Después del extenso camino recorrido que incluyó por ejemplo un viaje al pueblo de Tilisarao en San Luis (con una goleada en el global) y una histórica definición por penales ante Jorge Newbery en Villa Mercedes, el rival de la final fue La Libertad. En la ida, los comandados por Miguel Godoy lograron imponerse ante el cuadro de la Liga Rivadaviense, sellando la página dorada en condición de visitante con el empate 1 a 1. También en una mañana de domingo: como si el destino estuviera escrito, tomando revancha de lo que había sucedido cuatro años atrás.
Ese día salieron a la cancha Gabriel González; Cristian Farías, Javier Orozco, Darío Zúñiga, Ezequiel Gadea; Elio López, Jonathan Pérez, Leo Anzorena, Pablo Sánchez; Daniel Cabaña, Franco Domínguez. Luego ingresaron tres jugadores que tuvieron mucha participación a lo largo del campeonato: Horacio Anzorena (marcó el gol con un potente remate cruzado), Lucas Arce y Lucas Pardo.
"En ese equipo teníamos un jugador como el Banana Anzorena, que te dejaba mano a mano o te tiraba centros a la cabeza para empujarla. No sólo él, sino también Elio López y Sapi Sánchez. Doy gracias a Dios de haberme cruzado con jugadores así, porque me hicieron crecer" rememoró Franco Domínguez, goleador y una de las principales figuras de aquel plantel.