Mientras el presidente Xi Jinping indicó que se han tomado medidas para contener el nuevo brote de la epidemia, la cifra de muertos por el el COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus de Wuhan, se elevó hoy a 1.665 personas en China. Fue tras añadirse 142 fallecidos al recuento oficial, informó la Comisión Nacional de Salud del gigante asiático.
Aún así, para el Gobierno chino los nuevos casos de contagio confirmados en el país asiático evidencian una tendencia a la baja. Es que mientras el viernes se anunciaron 5.090 nuevos casos y el sábado 2.641, en el último recuento de hoy esta cifra baja a 2.009 personas.
Con todo, los confirmados hasta la fecha en China suman 68.500 personas. En las últimas 24 horas se registraron 1.918 nuevos casos calificados como "sospechosos", y en total son 8.228 casos con esta consideración, según el organismo sanitario chino, publicó la agencia de noticias EFE.
Asimismo, 9.419 pacientes fueron dados de alta desde que comenzó la epidemia, cifra que aumenta a diario. Mientras, un reporte oficial indica que se controló a 529.418 personas que estuvieron en contacto cercano con los infectados, de los cuales 158.764 siguen bajo observación.
Pese a todo, la situación sigue siendo grave en la provincia de Hubei, el epicentro del brote, donde los fallecidos llegan a 1.596. Se detectaron en las últimas 24 horas 1.843 nuevos casos (el día anterior fueron 2.420), lo que eleva a 56.249 el número de casos detectados hasta ahora en esa provincia.
Sanciones a 337 funcionarios
Para el 7 de enero, el coronavirus aún no había sido identificado como tal por las autoridades y solo se conocía que existían 59 "casos de neumonía", 7 graves, y 121 personas en cuarentena, según las estimaciones publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en esos días.
"El 22 de enero, a la luz de la rápida propagación de la epidemia y de los desafíos de prevención y control, exigí de manera clara que la provincia Hubei implementara controles integrales y estrictos sobre los movimientos de las personas", recordó el presidente Xi Jinping en un discurso, antes de que se declarara a Wuhan, la capital de Hubei, en la primera urbe de China aislada.
El discurso de Xi se conoció hoy luego que los medios estatales chinos informaran esta semana de las primeras sanciones a autoridades políticas por la gestión de la epidemia, que ya se propagó a países vecinos y a otros continentes, aunque con una mortalidad aún muy acotada.
El gobierno chino removió al jefe del Partido Comunista de la Comisión de Salud en la provincia de Hubei, Zhang Jin, y su director Liu Yingzi. Además, fueron "penalizados" 337 funcionarios en Hubei, seis de ellos despedidos por "incumplimiento del deber" y varias autoridades de la Cruz Roja china en ese distrito fueron removidos.