El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) exigió mayores garantías de vida para los huérfanos en Haití, tras la muerte de 15 niños por un incendio registrado en un orfanato en Kenscoff, al sur de la capital, Puerto Príncipe, que llevaba años sin cumplir los estándares mínimos de seguridad.
"Unicef condena enérgicamente la apertura de hogares para niños que no cumplen con los estándares establecidos por las autoridades nacionales", denunció la organización en un comunicado.
La agencia de Naciones Unidas constató que el orfanato no contaba con los permisos necesarios de la agencia reguladora de Haití, el Instituto de Bienestar Social e Investigación (IBESR).
El establecimiento pertenecía a una organización religiosa estadounidense, la Iglesia del Entendimiento Bíblico, con sede en Scranton, Pensilvania, que opera dos hogares para casi 200 niños en Haití como parte de un "programa de capacitación cristiana".
La organización trabaja desde 1977 en Haití -el país más pobre de América latina-, donde hay cientos de hogares en los que conviven niños tanto huérfanos como abandonados por sus familias.
En 2019, el IBESR realizó una evaluación integral de 754 hogares que albergan a 25.800 niños, y solo 35 de ellos cumplían en ese momento con los estándares establecidos de atención.