El ministro de Economía vino a Mendoza y sacó a escena su faceta cultural. Luego de entregar netbooks a alumnos de la escuela Paula Albarracín de Maipú, el candidato a vicepresidente de Cristina Fernández se subió al escenario, tentado por Manuel Quieto, el líder de la banda La Mancha de Rolando.
Al funcionario nacional no le tembló la voz, sonrió todo el tiempo y dio un prolijo show, afinado, sin perder la letra. Sin embargo, el que no estuvo tan impecable fue el candidato a gobernador del PJ mendocino, Francisco Pérez, en cuya actuación demostró que no se sabía bien la letra de las canciones.
La alumnas se quedaron fascinadas, no tanto con la actuación de Boudou como con sus atributos físicos (sobre todo sus ojos claros).
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