Dirigidas entonces por Sergio Vigil, las chicas se sintieron identificadas con la garra y el sentido de pertenencia de ese mamífero y por este motivo pusieron en marcha una imagen que las representara. Necesitaban un impulso, una razón de ser para seguir creciendo como seleccionado de hockey. Los trazos finales del diseño los dio justamente la marplatense Arrondo. Aquel logo dorado se utilizó en la camiseta a partir de la segunda rueda del certamen y las albicelestes llegaron hasta la final, en la que cayeron por 3-1 ante Australia, potencia hegemónica por aquellos tiempos.
El idilio con aquella figura de la leona reposada se hizo más fuerte con el transcurso de los torneos y los títulos, como en el Champions Trophy 2001 y el Mundial 2002, un torneo en el que -si se habla de hacer historia- Arrondo anotó el gol de la apertura en la final contra Holanda. En los últimos minutos llegaría el empate naranja (1-1), pero Mariela Antoniska se convertiría en heroína en la definición por penales, para darle a la selección el primero de sus dos títulos mundiales.
Surgida en Universitario de Mar del Plata y adoptada a nivel metropolitano por Saint Catherine's, la carrera de Arrondo en el equipo argentino fue intensa y se vio interrumpida cuando se transformó en mamá, en 2006. Al respecto, contó una anécdota: "Mi primer hijo tiene cuatro partidos internacionales. Había quedado embarazada antes de ir al Champions de Australia 2005, pero no lo sabía. Yo estaba hecha un avión en ese torneo. Se ve que las hormonas juegan una parte importante en la preparación física. Si me hubiera tocado el doping me hubiese enterado en la otra parte del mundo".
Vistió la camiseta albiceleste entre 1997 y 2005 (14 goles), período coincidente con el gran boom de las Leonas: además del título mundial de 2002 fue doble medallista olímpica (plata en Sydney 2000 y Atenas 2004) medallas doradas panamericanas en Winnipeg 99 y Santo Domingo 2003, además del Champions Trophy 2001. Como un episodio aislado, su última aparición fue a los 31 años, en la Copa Panamericana de 2009 disputada en Bermuda, una citación quizás sorpresiva de Gabriel Minadeo, que ya le daba paso a Carlos Retegui. Si bien no se erigía como una líder del plantel hacia afuera y le huía a la exposición mediática, siempre mostró fuertes convicciones ideológicas, incluso más allá de las cuestiones meramente deportivas.
Ahora con 42 años, Arrondo puede ver en retrospectiva su reciente actuación en la dirigencia deportiva, tras dejar el alto rendimiento: se involucró con la escuela del Ente Municipal de Deportes y Recreación del Partido de General Pueyrredón (Emder) y entre 2010 y 2017 coordinó un programa de la Secretaría de Deportes marplatense, orientada al crecimiento de 15 barrios. Su principal plataforma de lanzamiento es haber estado dentro del mundo del olimpismo, además de su vasta experiencia en el contacto con los atletas amateurs y profesionales: "Estoy acostumbrada a ver el sistema deportivo desde el lado del jugador y es así como mejor percibo las cosas", relató alguna vez. Su búsqueda persigue el desarrollo de la infraestructura, pero sin desatender la problemática social.