El PJ logró aprobar en el Congreso los documentos de repudio al "golpe de Estado" en Bolivia

Por Sección Política

La Cámara de Diputados y el Senado se reunieron hoy para discutir el "repudio al golpe de estado" en Bolivia, en medio de diferencias dentro del oficialismo y críticas a la postura del Gobierno.

Luego de un largo debate en ambas Cámaras, el peronismo logró aprobar en el Congreso sus proyectos de repudio al "golpe de Estado" en Bolivia. Tanto en Diputados como en el Senado, los documentos no fueron acompañados por Cambiemos. En el la Cámara alta, el PRO votó en contra y la UCR se abstuvo, mientras que en la Baja todo el oficialismo se abstuvo salvo Lipovetzky, que votó a favor junto al PJ.

En Diputados la votación fue a mano alzada, mientras que en el Senado fue con tablero electrónico.

Esto se dio debido a que ambos bloques nunca pudieron llegar a un acuerdo entre los dos textos presentados. La disidencia se dejó ver desde un principio. Si bien horas antes el oficialismo había hecho público un proyecto de resolución en el que diferenciaba su postura de la Casa Rosada , luego, a la hora de debatir, decidió no dar quórum por no ponerse de acuerdo con el Frente de Todos para combinar los dos textos 

Con ese panorama, el PJ logró juntar los 129 diputados necesarios para comenzar la sesión. Recién ahí empezaron a aparecer los primeros legisladores de Cambiemos. Después de izar la bandera y cantar el himno, el presidente del cuerpo, Emilio Monzó, llamó a un cuarto intermedio para definir cómo se desarrollaría la sesión. 

En esa reunión se decidió que habría tres proyectos en discusión: el del PJ, el de Cambiemos y el de Evolución, el bloque que lidera Martín Lousteau, de viaje por Mendoza.

El único diputado del oficialismo que apareció y estuvo dando vueltas por su banca tras la sesión de las 14 en la que se proclamó a la fórmula ganadora en las elecciones fue Daniel Lipovetzky. Conversó con varios de sus colegas y fue invitado a dar quórum por parte del Frente de Todos, pero al final no se sentó en su banca y se retiró del recinto. Desde el PJ lo llamaban a los gritos y entre risas.

El primero en hablar fue Felipe Solá, del bloque Red por Argentina, autor de uno de los proyectos del PJ, que marcó la postura de todo el peronismo: "Está claro que en Bolivia se quebró el Estado de derecho. El presidente Evo Morales convocó nuevamente a elecciones, corrigiendo errores previos, pero los errores políticos se pagan en las urnas y los éxitos se cobran en las urnas, no en los estrados de la OEA. La oposición [boliviana] convocó a movilizaciones en las calles, que fueron violentas desde el primer momento. Y, además, el nivel de violencia mostró que había una coordinación previa de todos esos movimientos. No existe nada espontáneo en la calle, casi nada".

Y completó: "La renuncia de Evo Morales es la renuncia de alguien absolutamente condicionado por las circunstancias físicas, no políticas. Si se lee el texto de la renuncia se verá que es el mismo que hubiera escrito con un revólver en la cabeza. Todavía hay gente que afirma que en Bolivia no hubo golpe de Estado. Hay que poner un límite claro y contundente. Si hoy no lo hiciéramos, avalaríamos la violencia y la violación de los derechos humanos en un país hermano y la persecución de representantes del pueblo".

Uno de los discursos más encendidos en contra del Gobierno fue el de Guillermo Carmona, del Frente para la Victoria: "Resulta injustificable que se esté mirando para otro lado como lo hacen el presidente Macri y el canciller Faurie. Están pisoteando la tradición política y diplomática argentina, que se ha caracterizado por una defensa irrestricta de la democracia en el continente". 

A medida que transcurría la sesión, los bloques no lograron llegar a un acuerdo y fue quedando claro que el peronismo lograría aprobar su documento en repudio al "golpe de Estado". Cambiemos se encaminaba a abstenerse en la votación del texto del PJ. Aunque había un debate interno en el seno del bloque de la UCR, que había logrado ir más allá de la postura oficial de la Casa Rosada en la redacción del proyecto.

En principio, el peronismo y el Frente de Izquierda habían presentado seis proyectos diferentes para tratar durante la sesión especial a la que convocaron. Uno impulsado por el presidente del bloque Frente para la Victoria-PJ, Agustín Rossi; otro por Felipe Solá y el bloque Red x Argentina; un tercero que presentó el diputado de San Luis Andrés Vallone; uno presentado por Cecilia Moreau, del Frente Renovador, y dos que presentaron los legisladores de la izquierda, Nicolás del Caño y Romina del Plá.

Las diferentes patas que tiene el Frente de Todos trabajaron durante la tarde del martes en la redacción de un solo proyecto en el que dejarán constancia de que en Bolivia hubo un "golpe de Estado" y que reclaman "el restablecimiento del orden constitucional".

Por su parte, Cambiemos sorprendió antes de la sesión tomando distancia de la postura de la Casa Rosada y en su proyecto repudiaron "los ataques contra el sistema democrático" en Bolivia y calificaron como "condenables" las intervenciones policiales y militares en el proceso político.

"La América Latina durante décadas se ha caracterizado por la reiteración de golpes de Estado que instauraron regímenes dictatoriales. Esta situación que hace más de 30 años empezamos a superar, con la Argentina a la vanguardia, nos compele como Congreso de la Nación a expresar que nunca más la región debe volver al camino de los golpes de Estado. Debemos expresar nuestro enfático repudio al más mínimo atisbo de que estamos frente a esta situación", sentenciaron.

Senado

La Cámara de Senadores aprobó este miércoles el proyecto de repudio al "golpe de Estado" perpetrado en Bolivia que fue presentado por el peronismo luego de que la votación tuviera 29 votos positivos, 6 negativos y 6 abstenciones.

El documento tuvo el rechazo del PRO y la abstención del radicalismo, que había solicitado al peronismo consensuar un único proyecto para votarlo por unanimidad Las posturas eran encontradas por lo que fue imposible llegar a un punto de acuerdo.

"La actitud de los militares bolivianos ha sido de sedición, que en algún momento la democracia de Bolivia tendrá que juzgar, nadie puede interrumpir un mandato ni pedirle a un presidente electo que renuncie", aseguró el presidente del bloque justicialista, Carlos Caserio, durante la sesión.

Una postura diferente tomó el senador radical Julio Cobos, quien aseguró que "en este afán de respetar la voluntad popular también tenemos que respetar la voluntad popular de los procesos eleccionarios y me parece que todo este conflicto se origina en Bolivia por algo que quizás contagia a algunos presidentes de eternizarse en los cargos".

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