Los dibujos hiperrealistas de Eakin que parecen fotografías

Por Sección Fotografía

Solo unos pequeños detalles, difíciles de captar para el ojo poco acostumbrado, diferencian los dibujos de Dylan Eakin de las fotografías. Este artista autodidacta, que solo lleva tres años haciendo esto, ha conseguido un gran realismo usando solo carbón y grafito.

Retratos fuera de lo común. Dylan Eakin tiene un talento que no es normal. Es capaz de realizar dibujos tan realistas que parecen fotografías. Esta imagen es un buen ejemplo de su habilidad.

Arte hiperrealista. Tal y como se aprecia en estas dos instantáneas, las diferencias son mínimas entre los dibujos y las fotografías. Dylan ha conseguido tal nivel de especialización que es casi imposible distinguir unos de otros.

Detalle extremo. Sin duda alguna, una de las características principales del trabajo de Dylan es que lleva el detalle hasta el extremo. Este artista se fija en cosas tan específicas como los mechones sueltos, las gotas de sudor o las arrugas.

Talento autodidacta. Viendo la calidad de los dibujos del artista, lo lógico es pensar que lleva a cuestas una larguísima carrera profesional, pero lo cierto es que es autodidacta. Empezó haciéndolos hace solo tres años, en 2016, y ha ido mejorando con la práctica.

Una evolución constante. En este combo de imágenes se ve cómo ha evolucionado Dylan con el paso de los años. De sus primeros dibujos en 2016 a los de 2019, mucho más detallistas.

Los colores. Todos los retratos hiperrealistas del artista tienen como grandes protagonistas dos colores; el blanco y el negro. Solo con ellos es capaz de hacer unos dibujos que dejan sorprendido a cualquiera.

Los materiales. Para lograr estos espectaculares resultados, Dylan utiliza fundamentalmente dos únicos materiales: el carbón y el grafito. Solo con ellos es capaz de crear auténticas obras de arte.

Lo imposible. Pese a su duro trabajo y a los buenos resultados obtenidos, el propio artista cree que hay fotos que simplemente es imposible replicar. Él mismo confiesa que un dibujo hecho con carbón nunca va a emitir tanta luz como una fotografía.

Mucho trabajo detrás. Cada proyecto tiene un tiempo de finalización distinto, dependiendo de la dificultad. Aunque de media, Dylan confiesa que puede tardar en un retrato de 18x24 unos 8 días de trabajo intensivo.

El perfeccionamiento. Precisamente uno de los motivos que suelen retrasar los trabajos es el perfeccionamiento de los dibujos. Siempre hay algo que se puede mejorar y que ralentiza el punto y final.

La técnica. Más allá del grafito y el carbón, Dylan utiliza en ocasiones pequeños puntos de pintura blanca para hacer esos reflejos imposibles.

El futuro. El artista ya se está planteando abordar el hiperrealismo del color algún día, pero de momento se siente feliz con el carbón, un mundo del que todavía cree que tiene mucho que aprender.

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