violencia sin fin

Congo: casi 1.900 muertos en los últimos 2 años

Los ataques y enfrentamientos de los centenares de grupos armados que conviven en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC) ha dejado en los dos últimos años casi 1.900 muertos, 100 víctimas de violaciones masivas y más de 3.000 personas secuestradas, indica un informe publicado hoy.

En "Congo, olvidado. Los números detrás de la crisis humanitaria más larga de África", la herramienta de seguimiento Kivu Security documenta, entre el 1 de junio de 2017 y el 26 de junio de 2019, 3.015 incidentes violentos en los que ha habido 6.555 víctimas solo en las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur, dos de las más convulsas del noreste congoleño.

Es decir, en los últimos dos años en esta zona de la RDC ha habido una media de 4 incidentes violentos al día.

Esta herramienta es un proyecto conjunto de la ONG Human Rights Watch y el Grupo de Investigación sobre el Congo (GEC) de la Universidad de Nueva York, que cuenta con 15 investigadores congoleños en el terreno que hablan con la población, autoridades y la sociedad civil para documentar la que consideran una "crisis olvidada".

Entre los incidentes violentos documentados, el proyecto recoge 1.897 civiles muertos por la violencia, 24 violaciones masivas (con 100 víctimas), y 848 secuestros donde se raptaron a 3.316 personas.

También hubo 1.290 enfrentamientos entre diversos grupos o entre grupos y el Ejército. Esto quiere decir que ha habido casi 2 enfrentamientos armados al día.

La RDC es el segundo país que más desplazados internos tuvo el año pasado, después de Etiopía, y casi 13 millones necesitan ayuda humanitaria, es decir, el 10 % de toda la población mundial.

Sin embargo, denuncia el informe "en 2018, el conflicto del Congo solo ha sido mencionado 4 veces en la portada del New York Times, comparado con las 61 veces que lo ha hecho el conflicto sirio".

A pesar de lo que se suele creer, según Kivu Security, "no existe una correlación sistemática entre la violencia y las áreas mineras", ya que solo el 2 % de ellos han ocurrido en una área de 2 kilómetros de una explotación minera.

La minería sí tiene un impacto en la violencia, pero más por la lucha por la lucha de cobro de impuestos por la explotación de áreas mineras o el control de las rutas de comercio.

Según los números presentados por este proyecto, con metodología similar a la que ofrecen otros organismos civiles en países que no cuentan con cifras oficiales, el año pasado 8,38 civiles fueron asesinados por cada 100.000 personas que habitan en el territorio de los Kivus.

"Para ponerlo en perspectiva, en el estado nigeriano de Borno -el más afectado por la violencia de Boko Haram- tuvo una tasa de muerte de 6,87 por cada 100.000", ejemplifica el informe. En Yemen, fue de 4,13.

Además, este organismo recoge el aumento del número de grupos armados en esta zona del país, que han pasado de ser 70 en 2015 a más de 130 en el último censo realizado en 2019.

La mayoría de ataques se han producido en zonas próximas a la frontera con Ruanda, Uganda y Burundi, debido a la presencia de decenas de grupos armados extranjeros, y aunque gran parte de grupos actúan en zonas rurales, ha aumentado mucho la violencia en las ciudades, sobre todo en Goma, Butembo y Bukavu.

El epicentro de la violencia y donde han ocurrido tres de cada diez incidentes ha sido el territorio de Beni, en el norte de Kivu del Norte, sobre todo por los enfrentamientos entre el Ejército y la insurgencia de ugandeses musulmanes radicales de las Fuerzas Aliadas Democráticas (ADF), a quien se le atribuyen al menos 272 asesinatos.

Por otro lado, más de 700 militares congoleños han fallecido en los últimos dos años, junto a un total de 73 "cascos azules" de la misión de la ONU en el país, la Monusco, desde que comenzó en 1999 con el nombre de Monuc.

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