Según un estudio, más del 85% de las personas se sometería a análisis para saber si sufren la patología, aun si no hay síntomas del mal. La enfermedad afecta a casi 36 millones en el mundo.
El Alzheimer es la enfermedad más temida después del cáncer. Muchas personas afirman que están dispuestas a someterse a análisis -o harían que un ser amado se evalúe- incluso sin tener síntomas, según informaron investigadores estadounidenses y europeos.
El resultado de los estudios, presentados en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer, realizada en París, refleja la preocupación general por el creciente número de personas que padecen la forma más común de demencia. El Alzheimer afecta hoy a casi 36 millones de personas en el mundo.
La importancia de los controles previos Lee además
Estudios recientes sugieren que la enfermedad comienza a desarrollarse al menos una década antes de que aparezcan los síntomas. Muchos creen que los controles previos jugarían un papel clave en lo que hace al tratamiento de los pacientes y a la preparación de sus familias sobre la carga por venir.
Expertos de la Escuela de Salud Pública de Harvard hicieron un sondeo telefónico entre unos 2.700 mayores de 18 años en Estados Unidos, Francia, Alemania, España y Polonia, con fondos del laboratorio Bayer, que está desarrollando un test por imágenes para detectar signos tempranos de la enfermedad.
Más del 85% de los encuestados dijo que vería a un médico si tuviese síntomas de confusión y pérdida de memoria. Y más del 94% querría lo mismo para un miembro de su familia.
Cuando se les pidió que identificaran la enfermedad más temida en una lista de siete -que incluía el cáncer, la enfermedad cardíaca y el accidente cerebrovascular (ACV)- casi un cuarto de los consultados de cuatro de los cinco países respondió que a lo que más le teme es a contraer Alzheimer.
Muchos participantes del sondeo dijeron conocer o haber conocido a alguien con Alzheimer: un 72% de los franceses, un 73% de los alemanes, un 77% de los españoles, un 73% de los estadounidenses y un 54% de los polacos.
Y cerca de tres de cada 10 encuestados admitieron tener un familiar que padece la condición neurodegenerativa. Pese a los altos niveles de ansiedad registrados en el estudio, un 40% de los entrevistados reconoció que no sabía que el Alzheimer es una condición fatal, y muchos expresaron que creían que había tratamientos efectivos para desacelerar su avance.
Un mal incurable
Los medicamentos actuales sólo tratan los síntomas del Alzheimer, pero ninguno ha demostrado demorar el avance de la enfermedad, que quita lentamente a las víctimas su capacidad de pensar y de cuidar de sí mismas.
Casi la mitad de las personas que participaron del sondeo cree que hay un test médico confiable que puede determinar si una persona que padece confusión y pérdida de memoria está atravesando la etapa inicial de la enfermedad de Alzheimer.
"Una cantidad muy importante de personas parece en este punto querer saber si corre riesgo significativo, incluso sin tener síntomas", dijo uno de los autores del sondeo.