Entrevista

Marta Gómez: "Tenemos que cantarle a la paz y soñarla"

Por Eugenia Cano

Remar contra la corriente y luchar contra una industria que no quiere que se escuchen ciertas voces. Eso implica -hoy y siempre- para la colombiana Marta Gómez ser trovadora"Intentar vivir de hacer canciones que no son comerciales, que no se venden ni se escuchan en la radio y que intentan conectarnos con nuestra humanidad", afirma.

Marta Gómez es trovadora, enlazadora de mundos y de artistas. Su vinculación con la música seguramente viene de otras vidas, pero en ésta, está entretejida desde la infancia: "Crecí jugando a ser músico desde los cuatro años", contó en una entrevista. El paso por el coro del Liceo Benalcázar de la ciudad de Cali marcó un precedente en su etapa escolar. Luego vendrían sus estudios de música en la Universidad Javeriana y su graduación con honores en el Berklee College of Music, de Boston, Estados Unidos. El recorrido cuenta también que a los 14 años tuvo una banda tributo a Charly García y su proyecto compositivo "Para la guerra, nada", sigue surcando horizontes. Su prolífero repertorio, con canciones propias y colaboraciones con artistas de diferentes puntos geográficos, le dan forma a una valiosa discografía que confluye en un último álbum al que Gómez ha querido llamar "La alegría y el canto".

Con todo este equipaje -imposible de contener en pocas líneas-, la cantautora llega a Mendoza en el marco de una gira por el país que comparte junto al bajista argentino, Andrés Rotmistrovsky. Ambos hacen "Un silencio que llegó de lejos", un concierto íntimo donde los artistas entrelazan su mutuo amor hacia la música latinoamericana. La cita tendrá una invitada de lujo: la cantante y compositora mendocina Paula Neder. Y así, con todos los planetas alineados, el encuentro con la canción imprescindible se concretará a las 21.30, en el Teatro Plaza de Godoy Cruz. 

"A Andrés lo conocí en Berklee y de inmediato empezamos a trabajar juntos. Hemos tocado desde hace 15 años. Hace un año más o menos un amigo productor suizo nos propuso la idea de hacer este concierto a dúo y de ahí grabamos un disco en vivo. Fue una experiencia tan maravillosa que de inmediato decidí traerlo a Argentina y luego Colombia y ecuador", cuenta la artista a SITIO ANDINO.

-¿Qué palabras le caben al concierto "Un silencio que llegó de lejos"? ¿Cómo lo han concebido conceptual y musicalmente?

-El concierto es una experiencia distinta. Se debe sentir distinto. Queremos invitar a las personas a que nos acompañen como si estuvieran en el living de nuestra casa, mientras charlamos, tomamos vino, componemos y arreglamos. Está repleto de silencios y eso queremos proponer disfrutar de ese silencio al que tanto le tememos como sociedad. Las canciones van desde composición es mías de ahora y de antes y algunas canciones que nos encantan escritas por otros.

-Repasar tu carrera y trayectoria es también advertir los lazos generados con otros artistas y otras disciplinas artísticas. ¿Es posible que este entramado responda a una esencia latinoamericana que -aún - se concibe desde lo colectivo?

-¡Claro! Yo adoro compartir con otros artistas. Es lo que me nutre y lo que más disfruto. El arte tiene que concebirse como una unidad. Me parece que en la academia nos falta eso: entender que para ser músico debes ir a escuchar poesía, teatro, danza, que es todo parte de lo mismo. 

-¿Durante tu estadía en la universidad formaste la banda Eiti Leda en homenaje a Charly García? ¿Qué te interpela de su legado musical? ¿Es una influencia?

-¡Yo empecé con Eiti Leda cuando tenía 14 años! ¡Y fue una maravilla! ¡Cantábamos temas de Charly en los bares de la ciudad de Bogotá! Yo lo adoro. Adoro el rock Argentino y es definitivamente una influencia muy fuerte en mi voz. 

Gentileza Moro Prensa. Foto: Karlos Kontreras. 

-¿Qué implica ser trovadora en estos tiempos actuales?

-Supongo que lo mismo que ha significado siempre. Luchar contra la industria que no quiere que se nos escuche. Intentar vivir de hacer canciones que no son comerciales, que no se venden ni se escuchan en la radio y que intentan conectarnos con nuestra humanidad. Con el miedo, con el dolor, con la nostalgia.

¡Es fantástico! Remar contra la corriente tiene retos que son maravillosos y me siento afortunada de vivir de hacer lo que amo. 

-¿Qué tiene que tener una canción para que te emocione?

-Alma. Tiene que venir del alma de un ser humano. De la necesidad de alguien. Si viene desde otro sitio, no me conmueve.

-¿Cuál es el mejor momento para componer?

-Antes componía mucho en los aviones y trenes, pero la verdad es que ahora hay poco tiempo para el silencio así que intento buscarlo más, encontrar más esos espacios para escucharme.

-¿El proyecto "Para la guerra, nada" tomó una dimensión inesperada? Viendo el mundo tal cual está, ¿es necesario cantar por la paz? ¿Es posible modificar algo con la música y el arte?

-Claro que tenemos que cantarle a La Paz y soñarla, desearla, se lo debemos a nuestros hijos. La música, el arte en general cambia a los seres humanos. Es lo único que nos conecta con nuestras emociones. Sin el arte nuestro paso por la tierra sería un error.

-Tu último disco lleva el título "La alegría y el canto", que responde a un frase que llevás tatuada en un brazo y que es parte de un poema-canción fundamental de la cultura popular de la región. ¿Por qué la elegiste? ¿Qué tiene de especial este álbum dentro de toda tu producción discográfica?

-Me gusta mucho el verbo ensayar porque los músicos nos pasamos la vida ensayando. Entonces porqué no ensayar la alegría. ¿Porqué no elegir la alegría cada día? 

Este álbum es una joya por el simple hecho de tener a tantos amigos cantores, poetas, músicos, ilustradores, gente que marca mi vida está allí conmigo.

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Marta Gómez en Mendoza | Concierto "Un silencio que llegó de lejos" Día: viernes 7 de junio. Hora: 21:30. Lugar: Teatro Plaza. Colón 27. Godoy Cruz. Entradas: $350 y $500. Anticipadas a la venta en la boletería de la sala o a través de Eventbrite  


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