El retiro de la Policía Federal de los subterráneos y la decisión de la UTA de convocar a una medida de fuerza para mañana fueron las últimas dos gotas que rebalsaron el vaso de la tensa relación entre la Ciudad y el Poder Ejecutivo Nacional.
Así, luego de una semana de idas y vueltas, el gobierno porteño decidió dar marcha atrás con el acuerdo firmado en los primeros días de 2012 y le "devolverá" el control de los subtes a la órbita nacional -en rigor de verdad, nunca asumió la administración por completo-.
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Una semana después de haber tomado el control de las seis líneas y del Premetro, el gobierno porteño hizo uso de su potestad tarifaria y decidió llevar la tarifa de $1,10 a $2,50, lo que provocó una reacción aislada de diferentes sectores opositores a Macri.
En las últimas semanas, la vicejefa de Gobierno de la Ciudad, María Eugenia Vidal, declaró públicamente que estaban analizando suspender el acuerdo, algo que finalmente se formalizará en minutos en una conferencia de prensa.