Para Oscar Zimmerman, jefe de la División de Cirugía Plástica del Hospital de Clínicas, los cambios de preferencias de la mujer argentina son claros: "lo primero que notamos, a diferencia de la década del 70, donde sólo se ponían 165 centímetros cúbicos, y de los 90, que se fueron a 550cm3, es que el tamaño ahora es de 300. Todo parece indicar que se llegó a cierto equilibrio respecto del tamaño y del peso". Francisco Famá, miembro de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, coincide en esta observación. "Hoy, las mujeres argentinas no sólo eligen tamaños más chicos, también más naturales. La silicona redonda que se veía hace siete u ocho años ya no se ve más; fue desplazada por la de forma de gota, con una caída más natural y discreta", señala.
En la actualidad, según la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, tres de cada diez mujeres que se operan las "lolas", se las achican. "Vienen a sacarse el exceso que se imponían en otras décadas observa. Lo que muchas no saben es que no hay vuelta atrás. Una vez que la piel se estiró, no se puede sacar del todo ese relleno, en todo caso se puede reemplazar por uno menor, pero no sacar, esta cirugía es de algún modo irreversible", advierte.
La tendencia de la reducción parece haber llegado incluso a las vedettes y a quienes ven reflejado en ellas su ideal. Hasta el "cirujano de las vedettes", Cristian Pérez Latorre, nota la disminución, tanto en clientas famosas como anónimas. "Ellas quieren sentirse más libres, quieren poder prescindir del corpiño, dormir boca abajo cómodas, cosas que las lolas muy grandes no permiten. Las mujeres cada vez hacen más deporte, están más activas, no pueden darse el lujo de tener un cuerpo que les entorpezca sus proyectos", detalla.
IDEAL ESTÉTICO
Ashley Baldwing es la directora de comunicación de Anybody Argentina, una organización constituida por expertos provenientes de la psicología, los medios, la moda, la abogacía, el arte y el ámbito académico. Su propósito es el cambio cultural respecto de la concepción que hombres y mujeres tienen de sus cuerpos. Luego de nueve años de un trabajo de relevamiento en el país, explica la idiosincrasia argentina respecto de las siliconas: "Estamos al tanto de que muchas mujeres se afilian a obras sociales por el solo hecho de que les dan una cirugía estética por año y sabemos que suelen usarla para hacerse la cirugía de mamas. No creemos que tenga algo que ver con promover la salud, pero sin dudas dice mucho sobre el ideal estético en la Argentina". Para Ashley, la gran demanda de cirugías de mamas locales es parte de la estandarización de la belleza que trajo aparejada la globalización. "En todo el mundo se está compartiendo un ideal de belleza. Ciertas etnias y razas responden a esos parámetros y otras no. Esas otras que por cuestiones genéticas no responden, suelen ser las que más consumen estética", expresa. Es para acercarse a esta medida ideal que en países como Guatemala se reducen el busto y en otros, como el nuestro se lo agrandan.
¿Pero acaso la globalización y sus múltiples voces no debería ayudar a introducir nuevos modelos de belleza? Según Raquel Rascovsky de Salvarezza, médica psicoanalista en función didáctica de la Asociación de Psicoanalistas Argentinos y miembro de la Asociación de Psicoanalistas Internacional, la incorporación de nuevas estéticas sólo es viable entre culturas que comparten códigos. "Estamos en la era de lo visual. Argentina siempre fue un país muy visual, pero en este momento tecnológico eso se acrecienta. A diferencia de lugares como Francia o Inglaterra, donde además de lo visual hay corrientes artísticas fuertes, vanguardias y opciones, nosotros estamos muy pendientes de lo que se ve en los medios masivos. Al no haber otras inquietudes, no hay otros modelos estéticos", explica. Y si bien admite una importancia universal de la mama, no deja de sorprenderse por la reducción de este órgano a un mero objeto de deseo. "Las argentinas están viendo las mamas sólo como un órgano para darle placer a un hombre o para complacer su narcisismo, no parece haber una concientización de esta parte del cuerpo como el lugar a través del cual se alimenta a un bebé", observa. De todas formas, no descarta que sea justamente esta connotación, la de la alimentación y el cuidado materno, lo que hace que tantos hombres tengan una especie de obsesión por la zona.
FUTURO
¿Cuál es el pronóstico para las cirugías de mamas en la Argentina? ¿La disminución del tamaño y la forma es el comienzo de una elección natural que termine por desterrar a la cirugía? ¿O es tan sólo una adaptación más discreta para que todas las mujeres puedan usarlas? Para Oscar Zimmerman, las operaciones no descenderán en su número y, por el contrario, estarán cada vez mas naturalizadas en la sociedad. "Es probable que se hagan cada vez más normales y que por lo tanto no llamen la atención. La existencia de prótesis que duran para toda la vida y lo simple del procedimiento quirúrgico, tal vez aliente a más mujeres a acercarse a su ideal de belleza", pronostica. En Europa, por otro lado, ya se comienza a hablar de un nuevo tipo de operación que no requerirá siliconas. Esta intervención, ya realizada en España e Inglaterra, permite aumentar el tamaño de los pechos a partir de células madre aspiradas de tejidos de otras partes del cuerpo constituidos por grandes partes de grasa, como los glúteos y el abdomen. Por ahora, este procedimiento permitiría aumentar sólo un talle, pero se está trabajando para lograr mayores volúmenes. La técnica genera gran expectativa ya que elimina por completo el riesgo de rechazo del implante. En un país donde la liposucción es tan popular como la cirugía de mama, el éxito estaría asegurado.
Fuente: Infonews