Elecciones en Andalucía

La extrema derecha gana espacios y revoluciona el mapa político de España

Por Sección Economía

El Partido Socialista (PSOE) se impuso ayer en las elecciones regionales de Andalucía, pero puede perder el gobierno a manos de la derecha, que suma mayoría absoluta gracias a la sorpresiva irrupción del partido ultraderechista Vox, que por primera vez obtiene representación parlamentaria en España.

Los comicios fueron un golpe para la izquierda y provocaron un terremoto político que amenaza con extenderse al resto de España, donde el próximo año se celebran elecciones municipales, regionales y europeas, el 26 de mayo, y posiblemente generales, que aún no tienen fecha.

Tras gobernar en Andalucía en los últimos 36 años, los socialistas ganaron con 28% de los votos y 33 diputados, aunque sufrieron un desplome de 14 escaños que abre la puerta a que la derecha gobierne en esta populosa región del sur de España, que siempre ha sido el trampolín del PSOE junto con Cataluña para llegar a La Moncloa.

"Es evidente que hay un retroceso real de la izquierda en Andalucía, pero lo más grave es que la extrema derecha ha entrado en este nuevo ciclo político y electoral en España", reconoció Susana Díaz, la actual presidenta socialista.

Vox no sólo entró en el parlamento andaluz con 12 diputados, rompiendo con todos los pronósticos, sino que se convirtió en la llave de un gobierno de derecha para desalojar a los socialistas del poder.

El conservador Partido Popular (PP), segunda fuerza con 26 diputados -también siete menos que en 2015-; Ciudadanos, con 21, y Vox, con 12, sumarían 58 escaños, tres más de los necesarios para formar gobierno, frente a los 50 del PSOE y la Adelante Andalucía, la candidatura regional de Podemos, que obtuvo 17 bancas.

Consciente del fracaso pero sin bajar los brazos, Díaz hizo un llamado a todas las fuerzas "constitucionalistas" para que juntas sean "el dique de contención de la extrema derecha" y puedan evitar que lo ocurrido en Andalucía se reproduzca "en el resto de procesos electorales".

La dirigente socialista había adelantado los comicios regionales para desmarcarse de la incertidumbre que rodea al Ejecutivo central de Pedro Sánchez, quien sin apoyos suficientes para aprobar los presupuestos se verá abocado a anticipar los comicios generales. 

Precisamente ese ha sido el primer reclamo del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, cuyo partido fue el que más creció, sumando 12 escaños más, igual que Vox, en las elecciones de Andalucía.

"No es gratis pactar con (Quim) Torra y (Carles) Puigdemont", le espetó a Sánchez el líder liberal, en referencia a los apoyos que el socialista recibió de parte de los líderes secesionistas catalanes cuando en junio desbancó a Mariano Rajoy con una moción de censura.

Según Rivera, el candidato de Ciudadanos, Juan Marín, intentará ser investido presidente en Andalucía con el voto del PP y el PSOE.

"Hay suma para el cambio en Andalucía", señaló Marín, aunque minutos más tarde, el líder del PP en la región, Juanma Moreno, también reclamó el liderazgo para "alcanzar una mayoría alternativa al Partido Socialista", sin aclarar si pactará con Vox.

Como segundo partido más votado, el PP tendría prioridad a la hora de formar gobierno, aunque todo dependerá de las alianzas que se puedan generar. 

La sangría de votos hacia la derecha también hizo mella en la formación de izquierda Adelante Andalucía, cuya candidata, Teresa Rodríguez, prometió hace frente a la extrema derecha con el "sentido común del 15M", recordando a los indignados. 

Desde Vox, el líder del partido, Santiago Abascal, advirtió que el camino recién empieza: "Somos de extrema necesidad. Algunos se reían de nosotros (...), pero "hoy tenemos la llave para expulsar la corrupción socialista", dijo. 

Las elecciones de Andalucía fueron el primer test electoral del Sánchez en el poder, de ahí que el líder del PP, Pablo Casado, consideró que los resultados son el puntapié para que los conservadores regresen "cuanto antes" al gobierno de España. 

La baja participación -hubo 41% de abstención- benefició a la derecha, algo que es habitual en España. De hecho, Vox atribuyó su éxito a ser "el partido de la movilización". Fuente: Télam

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