Lorna Baille falleció en una clínica de Estados Unidos tras varios intentos de reanimación por parte de los médicos, quienes debieron retirarle la respiración asistida. Su marido se acercó para despedirse, pero tras decirle "Lorna, vuelve, te amo", la mujer comenzó a recuperar el color y revivió.
En un primer momento, la enfermera que los acompañaba no quiso infundirles esperanza y les dijo que era una reacción normal después de un esfuerzo de reanimación prolongado, que se trataba sólo de movimientos involuntarios. Así fue como llegaron los médicos y la señora Lorna fue trasladada a una sala común.
El director médico del hospital donde ocurrió el incidente aseguró que "era poco probable que la mujer sobreviviera, porque sus funciones vitales se había deteriorado seriamente. Este tipo de recuperación es extremadamente rara".