Bodega municipal

Junín va a fondo con la intervención municipal en la economía

Hablamos de la ex bodega Carricondo, un establecimiento de 80 años de historia que hoy tiene 5,8 millones de libros de capacidad de elaboración de vino y otros 500.000 litros de capacidad para fabricar mosto en tanques de acero inoxidable.

Nueve años le llevó al intendente Abed y al municipio de Junín rescatar a esta bodega familiar que estaba en convocatoria de acreedores, hacerse cargo del pasivo (créditos con garantía hipotecaria por $11 millones con el Fondo para la Transformación y Crecimiento -FTyC-) bajo promesa de pagar esta deuda con un nuevo crédito con garantía de la coparticipación municipal y escriturar esta propiedad a nombre de la comuna. En el medio se tuvo que sancionar una ley que le permitiera al FTyC vender los derechos litigiosos como acreedor de la ex bodega Carricondo para que la deuda pase al Municipio de Junín.

"Muchos años de este sueño", dijo el intendente Abeb hoy en la bodega que ya es propiedad de la comuna, antes de señalar que "cuando el pueble sufre, en este caso los productores, el Estado debe estar presente".

"El sueño de la vitivinicultura no debería coartarse por una economía globalizada", dijo Abed, y se preguntó: "de qué vale un municipio rico en un pueblo pobre".

El Intendente de Junín justificó la decisión de "municipalizar" la bodega tradicional por el hecho de que el 93% de la superficie cultivada del departamento son vides y que la gran mayoría de los productores son propietarios o explotan no más de 20 hectáreas. En total son unos 1.700 viticultores los que trabajan y venden sus uvas a la ahora ex bodega Carricondo.

No hay antecedentes en Mendoza de una bodega de gestión 100% municipal. Está el caso de General Alvear con la bodega Faraón, pero allí no se elabora vino sino que se aprovecha su estructura y particular arquitectura. Sí vale el antecedente de la puesta en marcha de una pulpera de fruta de propiedad del Municipio de San Rafael, pero es otro rubro y negocio.

En vinos no hay antecedentes y menos si se tienen en cuenta los planes de Abed para la bodega municipal de Junín. Es que no sólo desde el municipio tienen pensando administra la bodega, también quieren invertir en tecnificarla y modernizarla, ya que lleva casi 10 años parada; y empezar a trabajar en distintas variantes del negocio según las necesidades. Según adelantó Abeb, la idea es elaborar vinos y mostos para terceros, así buscan intervenir en el mercado ayudando a que los productores no tengan que mal vender sus uvas ante la imposibilidad financiera de hacer el vino; e incluso ya se piensa también en elaborar y fraccionar vinos con marca propia, hay etiquetas que dicen Junín directamente, con el ambicioso plan de vender en el mercado interno y por qué no exportar.

La Municipalidad de Junín ya incursionó en lo que es la economía real con la compra de una estación de servicio para la venta de combustibles. Y ahora con la bodega quieren también incursionar en paralelo en la fabricación de postes para parrales y espalderos hechos con plástico reciclado y también van por la instalación subsidiada de paneles solares para que los productores puedan cubrir con energía solar gran parte del gasto de electricidad para riego agrícola, un verdadero dolor de cabeza. Todo articulado desde el municipio como unidad de gestión.

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