El fútbol argentino está viviendo un momento de incertidumbre tras la mala participación en la última Copa América , situación que provocó el despido del entrenador Sergio Batista ayer por la tarde.
Aparte de no saber quién será el próximo seleccionador, la selección tenía pactado un partido amistoso en que enfrentarían a Rumania el próximo 10 de agosto en la inauguración del nuevo estadio de Bucarest, el National Arena.
El motivo de la deserción es el no tener un estratega para afrontar el desafío con los europeos, quienes demandarán a la Asociación de Fútbol Argentino por incumplimiento de contrato.
Los rumanos buscarán una compensación que repare los inconvenientes como la devolución de las 38 mil entradas que ya se habían vendido para el duelo. "Es un caso de contrato no cumplido. Voy a dirigirme a la FIFA para pedir una indemnización sustancial", expreso Mircea Sandu, presidente de la federación rumana de fútbol.
Los europeos buscan con urgencia un rival para no cancelar todo. Portugal es una alternativa, pero los más probable es que se posponga la inauguración del recinto hasta septiembre debido a la cercanía de fecha con el cancelado