Hoy quedará definido si mañana se mantienen las autoridades del Concejo Deliberante de San Rafael. Todo indica que no habría cambios.
Hoy quedará definido si mañana se mantienen las autoridades del Concejo Deliberante de San Rafael. Todo indica que no habría cambios.
La situación que vive el oficialismo en la Municipalidad de San Rafael no ameritaría demasiadas modificaciones a la hora de definir las autoridades del Concejo Deliberante de ese departamento.
Es que el justicialismo cuenta cómodamente con siete concejales contra cinco de la oposición.
Son oficialistas Cristina Da Dalt, Mauricio Sat, Alfredo Morán (que renovaron sus mandatos en las últimas elecciones), Darío Barandalla, Jacquelina Rebolledo, Raúl Monardi y José De Oto.
La oposición está conformada por los radicales Gustavo Cañadas, Juan Pablo Eraso y Lucas Quezada; y los dmócratas Alberto Pérez y María Dolores Sánchez.
Cierto es que con estos números, los peronistas pueden hacer, y de hecho muchas veces pasa, aprobar las normativas sin necesidad de consensuar.
Pasó en el polémico caso de autorización del asfaltado de calle Quiroga, cuando todavía no le habían consultado a los vecinos. Claro que ello ocurrió con la presidencia de Pérez Gasul, por algunas ausencias, como la de Da Dalt que ocupaba momentáneamente la intendencia, por vacaciones del jefe comunal.
El único riesgo que se vive institucionalmente en San Rafael es esa acostumbrada predisposición de los ediles locales a respetar a rajatablas la voluntad del Ejecutivo cuando, en la mayoría de los casos, han alcanzado el cargo de concejales por haber sido nominados por el propio intendente o su hermano, a la sazón, presidente del PJ local.
Por ello, no es de extrañarse que en el caso de eventuales pedidos de la oposición para hacer comparecer funcionarios del Ejecutivo a rendir cuentas en casos polémicos, pueda quedar trunco. Cosa que últimamente, no ha sido necesario, vale decirlo.
A su vez, no se espera que prospere todavía el recurso extraordinario que se planteó el año pasado contra el fallo de la Corte que invalidó los diplomas de algunos legisladores provinciales y concejales departamentales que, como en el caso de Rebolledo, ocupan sus bancas merced a la convalidación que diera oportunamente el Colegio Electoral a la sumatoria de las denominadas colectoras.
En caso de que el fallo se ratificara, Rebolledo debería dejar su banca a la radical Adela Trovarelli. Con ello, el oficialismo tendría 6 concejales y la oposición también otros 6.
Al margen de esa eventualidad, la presidencia actualmente sigue en manos de Da Dalt y se percibe un clima sin problemas en la relación con los opositores. Además, como este no es un año electoral, difícilmente radicales y demócratas pongan demasiados reparos en su continuidad.
En tanto, los jefes políticos del peronismo lugareño, a su vez, no han mostrado disgusto con la actuación de la concejala.
Con lo que las especulaciones sobre modificaciones solo podrán esclarecerse en la sesión de mañana a las 10, aunque para que ocurra algo así, debería darse un golpe de timón en la estrategia política del oficialismo que por ahora no se percibe.
Ciertamente, la reunión que el Ejecutivo mantendrá hoy con algunos miembros del legislativo local, será el último tamiz que definiría esta posible continuidad del status quo institucional.
Por otro lado, los radicales volverían a nominar a Eraso para la vicepresidencia primera, ya que Cañadas continuaría con la presidencia del bloque y Quezada recién llega. Al tiempo que Pérez Gasúl es un edil con el que el oficialismo no se siente incómodo en caso de necesitarlo en la línea sucesoria de la presidencia del Concejo.