El Tomba no puede levantar cabeza

El juego se presentó muy rápido y con jugadas muy claras. Como ambos mostraban un marcaje en zona, los espacios eran aprovechados muy bien. A los 3` Cabrera se lanzó desde la izquierda en una diagonal dejando 4 jugadores de Tigre en el camino, pero su disparo se fue muy cerca del horizontal.

A los 11`, Castillón recibió de espaldas al arco, pero por el apuro terminó con una media vuelta que se fue lejos. Un minuto después, Rojas efectuó un disparo de zurda que se fue cerca del arco de García. Así empezó Godoy Cruz a demostrar sus cartas, con un juego rápido y abierto ante un Tigre que esperó para aprovechar las falencias bodegueras.

Dichas falencias se evidenciaron cuando a los 14`, un centro cruzado a las espaldas de Zelmar García encontró a Galmarini solo, y nada más tuvo que conectar con Luna en el medio del área, venciendo a Ibáñez. Tigre se apoderó del balón, pero su control duró pocos minutos. La presión del Expreso surtió efecto, y se adueño del ritmo del juego.

A los 31`, Villar desparramó un par de defensores de Tigre para conectar un disparo que García tapó. Castillón insistió, pero el centro al medio se fue rechazado lejos de cualquier peligro para el equipo bonaerense. A los 36` Ramírez conectó un cabezazo que se fue apenas por el segundo palo. El Bodeguero encontraba el camino al ataque de manera tambaleante, con imprecisiones que Tigre no aprovechaba de manera correcta.

Obviamente, Godoy Cruz iría por todo en el inicio del complemento. Pero no pudo doblegar las líneas bien plantadas que propuso Arruabarrena. Recién a los 15` un centro de Rojas rozó en el travesaño, y a 4 minutos después, García tapó un cabezazo débil pero certero de Ramírez con destino de gol. Esa fue la situación más peligrosa que Godoy Cruz encontró hasta que a los 27` Olmedo cabeceó y García nuevamente tocó la pelota con los dedos, y el palo hizo el resto para desviar el balón.

De no creer. Aunque sin apabullar y con muchas dudas, el Tomba fue en busca del empate, pero esas dudas y el nerviosismo de no poder cambiar el tanteador dejó espacios atrás que Tigre si supo aprovechar esta vez. Leandro Díaz, luego de trabar y ganar dos veces, se fue solo ante Ibáñez y definió con sangre fría para decretar el final del partido.

El Tomba mostró un juego mulato, con situaciones aisladas de peligro pero con una evidente anemia en el ataque, huecos en la defensa y desinteligencias que Pumpido trata de suturar en una temporada que no hay tiempo para pensar.

Fuente: bodegue.com