El Gobierno inglés amagó ayer con una respuesta a la denuncia por militarización del mar Argentino en torno de las islas Malvinas que había hecho Buenos Aires.Lo hizo en una extensa carta de cinco carillas en la que niega esos reproches por entender que no están probados. La denuncia se hizo después de conocerse el despliegue hacia las islas del destructor MS Dauntless y la participación del llamado príncipe Guillermo de Inglaterra en unas maniobras militares. También desde Buenos Aires se ha afirmado que pueden ser parte de ese despliegue de fuerzas, que tienen sentido simbólico al cumplirse los 30 años de la guerra de Malvinas, naves con armamento nuclear. Sobre este punto, la respuesta no reconoce esa presencia pero dice que «la Argentina sabe que Gran Bretaña tiene una política de larga data de no comentar sobre operaciones submarinas», con lo cual la respuesta se debilita más.