CONSECUENCIA

La situación en Medio Oriente hace que el petróleo alcance valores récord en Europa

La tensión en Irán y los conflictos en otros grandes productores, como Yemen o Siria, han disparado el precio, que en algunos casos tocó máximos en doce meses.

Por Sección Internacionales

El petróleo tocó máximos históricos el 3 de julio de 2008 cuando llegó a 146,08 dólares. El encarecimiento del crudo se produjo por la confluencia de dos factores: el profundo recorte de las cosechas de cereales y la apreciación del dólar, que disparó la especulación con las materias primas, entre ellas el petróleo, que se compran y venden en esta moneda. 

En la actualidad, el barril de Brent, de referencia en Europa, muestra una tendencia creciente ya que el jueves superó los u$s124, tocando máximos en diez meses, aunque todavía lejos del máximo histórico.

Sin embargo, si se analiza el precio en euros, con esa cotización alcanzó un nuevo récord, al superar los 93,3 euros.

Esto se debe a la fuerte depreciación del euro frente al dólar, ya que cotizaba a 1,33 dólares. En 2008, el cambio era de 1,59 dólares.

Desde esa última fecha, tan solo ha habido dos episodios en los que el petróleo ha regresado a niveles considerados peligrosos por las naciones compradoras.

El primero se produjo a principios del año pasado con el inicio de la primavera árabe en Túnez que desembocó en la intervención en Libia para derrocar al presidente Muamar El Gadafi.

Libia es el séptimo mayor productor de la OPEP, con 1,55 millones de barriles diarios, y la interrupción del suministro a sus clientes disparó la cotización internacional.

El barril de Brent llegó a superar los 125 euros en abril de 2011. Posteriormente, una vez derrocado el anterior régimen, el precio volvió a moderarse y se estabilizó en los 100 dólares.

Esa atonía se vio interrumpida a principios de este año por las tensiones en Irán, el segundo mayor productor de petróleo (4,25 millones de barriles diarios) y el segundo con más reservas (137.000 millones de barriles).

EE.UU. y la UE elevaron la presión sobre Teherán para que frenara su programa de enriquecimiento de uranio ante la posibilidad de que estuviera reforzando su armamento nuclear. Irán se negó y la primera respuesta la obtuvo a través de Europa, que impuso el veto a las exportaciones de Irán a partir del próximo 1 de julio.

Y su réplica ha sido aún más contundente: Irán ha impuesto condiciones leoninas a Reino Unido y Francia (no podrán poner ninguna cláusula previa a la compra y los contratos de adquisición no podrán superar los cinco años) y amenaza con imponerlas a otros países de la UE, entre ellos España.

A la incertidumbre sobre el suministro en Irán se han unido ahora las dudas sobre la producción en otros países como Yemen o Siria.

"El mercado ha reaccionado con fuerza a la interrupción del suministro desde Irán, que tiene sobre todo un efecto psicológico, ya que en realidad no creemos que vaya a haber escasez de oferta de petróleo", aseguró Ray Jordan, analista de la consultoría EMC Energy Market.

En su opinión, otros países productores como Arabia Saudí o Rusia compensarán la rebaja de crudo iraní y los mayores compradores de Irán podrán encontrar otros suministradores.

De hecho, Jordan considera que los precios del petróleo no se pueden mantener en los niveles actuales durante mucho tiempo sin que acaben afectando a la demanda, en especial de las naciones más desarrolladas. "Si se percibe una caída de la demanda, el precio irá a la baja", subrayó.

Fuente: iProfesional

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