El plan, será diseñado por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y se inspira en la iniciativa Hambre Cero, llevada adelante por el Gobierno del presidente brasileño Lula da Silva. El plan en el país sudamericano permitió, en siete años, reducir la desnutrición en un 25% y que cerca de 24 millones de personas salieran de la pobreza extrema.
A través del acuerdo, firmado en Roma, Brasil financiará con 2.375.000 dólares la compra de la producción de los pequeños campesinos y su distribución a las categorías de riesgo, incluyendo a los niños y jóvenes, a través de programas de comedores escolares.
Los fondos se repartirán entre la FAO y el PMA. La primera recibirá 1.550.000 dólares para velar por los aspectos relacionados con la producción, el suministro de semillas y fertilizante e impulsar la capacidad de los agricultores y sus asociaciones.
El PMA manejará 800 mil dólares para organizar las compras y distribuir los alimentos en las escuelas y entre los grupos más vulnerables.
"Además de ayudar a complementar la dieta de las personas que sufren hambre, el proyecto está diseñado para fortalecer los mercados locales de alimentos, ayudando a la larga a mejorar la seguridad alimentaria y prevenir futuras crisis alimentarias", precisó el organismo dependiente de la ONU en un comunicado.
Desde enero de este año, el órgano es presidido, por primera vez, por un latinoamericano, el brasileño José Graziano da Silva, quien remplazó al senegalés Jacques Diouf para el período 2012-2015.