Después de recorrer el mundo con sus extravagantes trajes y sus grandes abanicos, uno de los fundadores de Loco Mía y actual representante, Xavier Font, tendrá que presentarse ante la Audiencia de Barcelona porque fue acusado de vender popper y éxtasis. Podría llegar a ser condenado a siete años de cárcel y deberá pagar unos 7.500 euros de multa.
El juicio comenzará este martes y el Ministerio Público, según revelaron a través de un comunicado, ese miembro de Loco Mía anunciaba la venta de estas drogas a través de una página web, en la que estaban publicados dos números de celulares.
De esta manera, los clientes llamaban para hacerle los encargos y, si vivían en Barcelona, les daba el producto en la mano mientras que si vivían en las afueras les enviaba una moto que las entregaba y eran los clientes los encargados de pagar la diferencia por el delivery.
Parece que después de todo, a la canción que rezaban "sexo, Ibiza, Loco Mía" le faltaba la parte de las drogas.